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EDIFICIOS

El Campus de la Justicia de Madrid, la Ciudad de las luces de Alicante... proyectos faraónicos que nunca fueron utilizados

En los años previos a la crisis, las administraciones públicas han despilfarrado millones de euros de los contribuyentes en proyectos urbanísticos que nunca llegaron a ver la luz.

En pleno boom económico la mayoría de administraciones impulsaron cientos de proyectos casi faraónicos en una especia de carrera de fondo en el que los políticos y Comunidades Autónomas pretendían jactarse de a ver qué región poseía las mejores infraestructuras. Sin embargo, con la crisis económica, muchos de estos proyectos, casi irreales por el volumen de demanda y las propias características de la zona, se vieron paralizados y nunca han sido totalmente aprovechados.

Es el caso del aeropuerto de Ciudad Real. Inaugurado en 2008, el por aquel entonces presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, aseguró que la región manchega "había perdido el miedo a volar" y que ya no tenían "ya ningún prejuicio" ni les "asustaba nada". Pero el aeródromo nunca llegó a despegar del todo y en 2012 se decidió echar el cierre tras una inversión cercana a los 1.000 millones de euros. Ahora, nueve años después, se ha vuelto a abrir su pista con vuelos principalmente de particulares.

Otras infraestructuras no han corrido la misma suerte. 105 millones de euros se gastó la Comunidad de Madrid en levantar el Campus de la Justicia que nunca llegó a ver la luz. 14 edificios conformarían este maxi complejo que comenzó a construirse a principios de 2008. Solo uno llegó a ser levantado en la zona del Parque de Valdebebas, pero nunca llegó a ser utilizado.

En Villavieja del Cerro –una pedanía vallisoletana de menos de 100 habitantes- se frotaban las manos pensando que les iba por fin a nevar el dinero. La Diputación de Valladolid empleó 12 millones de euros en una pista de aquí en pleno secarral. Las obras fueron paralizadas tras una denuncia de grupos ecologistas que aseguraban que se hacían sobre una zona de monte quemado, lo que es totalmente ilegal. En 2010, las Cortes de Castilla y León trataron sacar el proyecto adelante aprobando una nueva ley, pero el intento fue en vano.

La Comunidad Valenciana puso todos sus esfuerzos por ser la primera en esta especie de 'carrera urbanística' en los años previos a la crisis, con inversiones millonarias en proyectos como la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia o el Aeropuerto de Castellón. Alguien pensó que Alicante se podía convertir en el nuevo Hollywood y gastó 350 millones en la Ciudad de la Luz, estudios cinematográficos en los que apenas se producen películas. Netflix puso sus ojos en este complejo para abrir sus instalaciones europeas, sin embargo, las negociaciones quedaron en saco roto.

Con 24 millones de euros derrochados, la Torre de Miramar es la rotonda más cara de España. Está en Valencia y cerró a los dos meses de su inaguración.

Y de las pocas luces de esta ciudad a otra que se convirtió en un circo. Alcorcón quería acoger la llamada "Ciudad del Circo". Ya se han gastado unos 100 millones de euros y al complejo le faltan al menos otros 40 millones para que se finalice y se encuentre un nuevo uso.

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