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Grecia no ha descansado en toda la noche. Los ciudadanos han seguido mostrando su rechazo a lo que horas antes aprobaba el parlamento, el nuevo plan de ajuste.

Los ciudadanos griegos han atacado la sede del ministerio de finanzas, entidades bancarias, incluso un hotel. También han incendiado una oficina de correos.

Hay más de 500 heridos y decenas de detenidos. El ambiente en el centro de Atenas ha sido irrespirable por los gases lacrimógenos que ha utlizado la Policía para intentar dispersarles.

Una veintena de manifestantes lanzaron botellas y una silla contra el diputado del PASOK Alexandros Athanasiadis, quien dio marcha atrás y votó a favor del plan de austeridad.diós al estado del bienestar.

Segunda jornada de manifestaciones

Los ciudadanos no están dipuestos a pagar el hundimiento de Grecia. El nuevo plan de ajuste desmorona su estado del bienestar. Habrá un nuevo impuesto solidario de hasta el 4% para las rentas más altas, 150.000 funcionarios perderán su empleo, y la Sanidad y las prestaciones sociales sufrirán recortes.

Además, se van a cerrar 2.000 colegios y se eleva el IVA del 13 al 23% en bares y resturantes. Todo para ahorrar 78.000 millones de euros y conseguir el rescate europeo.

Solo falta que este jueves el Parlamento vote la ley marco que necesita el plan de ajuste para su aplicación. Lo que se da por seguro, y Europa desbloqueará el próximo domingo en una reunión extraordinaria los 12.000 millones de euros que quedaban pendientes del primer rescate y diseñará el segundo de 100.000 millones. Así Grecia evita la quiebra aunque, no sin ira,  mientras que Europa respira.

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