La patronal calcula que se necesitarían tres céntimos por kilómetro.
Por ejemplo, un viaje Madrid- Santiago podría llegar a costar 18,21 euros; un viaje Madrid-Cádiz, 19,50 euros.
Si a esta tarifa se le suma unos 60 euros de gasolina, el viaje en coche saldría más caro que en tren y en avión.