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IMPACTO MEDIOAMBIENTAL

Crece el movimiento 'flygskam', no volar por conciencia ecológica

El avión no deja de crecer cada año, más de un 8% a nivel mundial. El motivo: el abaratamiento de los billetes y el auge de compañías de bajo coste. Esto ha permitido que cada vez más personas puedan viajar, pero no todo es positivo, ya que está provocando un enorme problema para el medio ambiente.

El avión es el más contaminante si lo comparamos con el resto de medios de transporte. El más limpio es el tren, que llega a contaminar hasta 50 veces menos. Cada pasajero de un avión emite 391 gramos de dióxido de carbono por kilómetro. Sin embargo, los viajes al extranjero no son los más dañinos, sino que los peores son los vuelos nacionales que se toman para distancias cortas de más o menos una hora, que perjudican casi el doble.

Mucha gente ya se está concienciando hasta el punto de que hay un movimiento mundial que no para de crecer. Es el llamado flygskam, que traducido sería "La verguenza de volar". Sobre todo en Suecia, allí el año pasado ya un 23% de la gente renunció a volar para reducir el impacto climático y apostó por el tren.

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