Automóviles
Comprar un diésel o un gasolina puede ser un error, pero hay opciones para reducir el riesgo
La incertidumbre respecto a los cambios tecnológicos que están llegando en la industria del automóvil y, sobre todo, la llegada de nuevas Zonas de Bajas Emisiones y más restricciones al tráfico, convierten la compra de un diésel o un gasolina con etiqueta C en una decisión arriesgada. En cualquier caso, existen opciones para minimizar el riesgo, alternativas con etiqueta ECO, optar por un renting, o incluso por un plan de financiación multiopción que garantice el valor residual de nuestro coche y nos proporcione una salida para sustituirlo por otro en los próximos años.
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La incertidumbre ante los cambios que se avecinan está marcando la decisión de compra de un coche nuevo. Adquirir un automóvil diésel o gasolina, con etiqueta C, se antoja cada vez más como una decisión de alto riesgo. Con las Zonas de Bajas Emisiones en ciernes, que poco a poco irán aumentando en cantidad, y en el rigor de las restricciones, y cubriendo una extensión cada vez mayor en los municipios españoles de más de 50.000 habitantes, el riesgo se incrementa.
No nos extraña por lo tanto que híbridos y micro-híbridos se hayan convertido en la elección mayoritaria en los concesionarios y la que escogen la mayoría de aquellos que adquieren un coche nuevo. Mientras los híbridos enchufables y los eléctricos siguen sin despegar los coches con etiqueta ECO se han convertido en la compra inteligente.
Ahora bien, comprar un coche diésel o gasolina, con etiqueta C, no necesariamente ha de ser una decisión catastrófica. Sobre todo si optamos por soluciones que nos permiten capear la incertidumbre y, ante todo, disponer de una vía de escape para las próximos años ante la posibilidad de que los cambios normativos nos obliguen a sustituir nuestro coche y pasarnos a una tecnología electrificada.
Diésel y gasolina sí, pero con etiqueta ECO
Al tratar de recomendar la compra de un coche nuevo suelo insistir, una y otra vez, en valorar la compra de motores diésel y gasolina siempre y cuando estos sean, como mínimo, micro-híbridos. La oferta de motores micro-híbridos, que también se suelen conocer y promocionar como mild-hybrid, o MHEV, es cada vez mayor. Y una mayor oferta también propicia que también existan cada vez más opciones en un rango de precios más amplio y, por lo tanto, comprar un coche micro-híbrido ya no sea tan caro. A día de hoy es una de las opciones más recomendables si buscamos un coche económico con etiqueta ECO.
Algo parecido sucede con los híbridos completos. Entre los coches más asequibles del mercado aún no nos encontramos híbridos y su precio sigue estando ligeramente por encima de sus alternativas diésel y gasolina. Pero la diferencia entre un diésel y un híbrido es cada vez menor, sobre todo si comparamos al híbrido con un diésel con cambio automático y una línea de equipamiento intermedia, para que jueguen en igualdad de condiciones.
Tanto los micro-híbridos, como los híbridos completos, gozan de la etiqueta ECO. Pero aún existe una tercera opción que recomendamos, sobre todo, por ser la solución más económica. En el mercado hay diferentes modelos que se comercializan como bifuel, o GLP, coches que pueden funcionar indistintamente con gasolina o GLP. Y estos coches, además de disponer de etiqueta ECO, suelen ser económicos, y por el precio al que se está repostando el GLP, un coste por kilómetro muy favorable.
Busca una salida para tu coche etiqueta C
El mercado del automóvil nos ofrece diferentes opciones que, ante la compra de un coche nuevo con etiqueta C, nos permitirían disponer de una vía de escape para cambiar nuestro coche por otro con una tecnología electrificada - y etiqueta ECO o Cero Emisiones - si la presión de la legislación, las Zonas de Bajas Emisiones, y las restricciones al tráfico, hacen que nuestro coche deje de sernos funcional. Y no solo eso. Esta puede ser también una salida ideal si cambian nuestras circunstancias y nuestras necesidades, si nuestros hábitos cambian en los próximos años o, un ejemplo muy socorrido, si nuestra familia ha crecido y necesitamos más espacio.
Los planes de financiación de tipo multi-opción - también conocidos por nombres comerciales como flexible, flexiopción, flexiplan - nos garantizan un precio de recompra al finalizar el crédito por el cual hemos financiado la adquisición de un coche nuevo. De manera que en dos, tres o cuatro años, cuando finalice el crédito, tendremos tres opciones: pagar la cuota final y quedarnos con el coche, no pagar esa cuota final y entregar el coche en el concesionario, no pagar esa cuota final y entregar el coche para cambiarlo por otro nuevo - tal vez con etiqueta ECO o Cero Emisiones - y empezar de nuevo con un plan de financiación.
Financiando con un plan de tipo multi-opción tendremos garantizado el valor de recompra de nuestro coche y, por lo tanto, una vía de escape para sustituir nuestro coche dentro de unos años, al finalizar el crédito, por una tecnología híbrida o completamente eléctrica. Pero es importante recordar que ese valor de recompra suele estar condicionado contractualmente, por ejemplo, a un límite de kilómetros anuales.
El renting es también una salida muy interesante. Cada vez hay más ofertas de renting económicas y configuradas para las necesidades de los particulares, con las que al formalizar el contrato sabremos lo que vamos a pagar exactamente por disponer de un coche, durante un tiempo determinado. Y aunque al finalizar el contrato de renting suele existir la opción de comprar el coche que hemos utilizado durante ese tiempo, también dispondremos de una salida para cambiar de coche si nuestras circunstancias han cambiado, o la presión de las restricciones al tráfico exigen disponer de un coche de etiqueta ECO o Cero Emisiones para cubrir nuestras necesidades de movilidad.
Pero también es importante recordar que los planes de renting no son recomendables para todos. Hagamos números y valoremos si nos compensa un renting, en vez de comprar el coche, o financiarlo mediante un plan multi-opción, teniendo en cuenta que cada vez hay más planes de renting que están enfocados a particulares y que estos suelen incorporar servicios añadidos e incluidos en la cuota, como seguro, o incluso garantías adicionales y la sustitución de elementos sujetos a desgaste, como los neumáticos.
Los planes de renting a particulares, por otro lado, se están diseñando de manera que las cuotas mensuales sean cada vez más ajustadas, pero requiriendo el pago de una cuota inicial elevada - similar o superior a la de la financiación de un coche. Y los contratos de renting también nos condicionan a un límite de kilómetros determinado, que al superarse conlleva penalización, y que podemos elevar en función de nuestras necesidades aumentando la cuota mensual.
Insistiremos en que, a día de hoy, lo inteligente es optar por un coche con etiqueta ECO, micro-híbrido, híbrido completo, o GLP. Y si nuestras circunstancias lo permiten, si disponemos de un presupuesto holgado y garaje para recargarlo, los híbridos enchufables y eléctricos, con etiqueta Cero Emisiones, son sin duda una gran elección.
Pero comprar un coche con etiqueta C no tiene por qué ser una decisión catastrófica, sobre todo si optamos por las opciones propuestas en este artículo.
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