Pesetas

Se compra una casa y encuentra 9 millones de pesetas pero llega tarde, ya no puede cambiarlos a euros

El número de billetes encontrados asciende hasta los nueve millones de pesetas, unos 54.000 euros.

Encuentra 9 millones de pesetas que no puede canjear

Encuentra 9 millones de pesetas que no puede canjearPixabay

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Hay veces en las que la clave está en llegar a tiempo. Eso debió pensar Toño Piñeiro, un gallego residente en Valencia, cuando comenzó a restaurar su nueva casa en Sober, una pequeña villa​ en el sur de de Lugo.

La vivienda llevaba décadas abandonada cuando Piñeiro la compró con la idea de reformarla completamente y mudarse allí al jubilarse. Su sorpresa fue mayúscula cuando descubrió lo que escondían las paredes del domicilio: 9 millones de pesetas, unos 54.000 euros, repartidos en botes de cacao.

En un golpe de suerte los primeros botes que encontró los pudo cambiar porque aún seguía vigente la opción de canjear las pesetas por euros. Con ese dinero pudo restaurar el techo de su nuevo hogar.

A medida que avanzaba la reforma Piñeiro fue encontrando más efectivo, pero la mala noticia llegó cuando venció el plazo para cambiar las monedas. Se puso en contacto con el Banco de España y desde allí le explicaron que ya no se atendían más solicitudes puesto que la última prórroga finalizó en 2021.

De acuerdo al Banco de España cuando terminó el periodo para reemplazar la antigua moneda todavía quedaban en España billetes y monedas por valor de 1.575 millones de euros: 793 millones de euros correspondían a billetes y 782 millones a monedas, el 1,7% y 31% respectivamente.

No puede canjear 9 millones de pesetas

El total de pesetas que se han quedado sin convertir a euros superan los cuatro millones de pesetas, lo que supone algo más de 25.000 euros.

Tras el hallazgo muchos se han interesado por saber a quién pertenecía la vivienda. Según algunos medios de la zona en el lugar residió Manuel do Xentes, un hombre que trabajaba en la fábrica de cerámica y ladrillos de Canabal. Este hombre murió sin herederos directos por lo que su fortuna quedó escondida durante muchos años hasta que Piñeiro adquirió el edificio.

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