Pequeño comercio
Los comercios de barrio, asfixiados por el aumento de costes y el parón de las ventas: "Estoy perdiendo dinero"
Las microempresas son las que peor lo están pasando. Sus ventas se han estancado, pero los costes han aumentado un 13,6%. El año pasado cerraron 1151 pequeños y medianos comercios.
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Goyo recibe a una de las pocas clientas que va a tener este miércoles en su peluquería de la calle Alcalá, en Madrid. "Los clientes quieren hacer uso de las peluquerías, pero es que el dinero no les da para mucho", cuenta a Antena 3 Noticias. Sus costes se han disparado: "Hay facturas que pagar". El problema es que la caja no les acompaña: "No entra dinero".
La luz, el alquiler, los proveedores... La lista de pagos a realizar es muy larga y asegura que, en algunas ocasiones, "hay que atrasar el pago de las facturas". Afirma que su clientela ha caído en un 50% en los últimos meses y eso está provocando que "no haya dinero para pagar los recibos".
Una situación que viven muchos negocios de barrio
La historia de Goyo es la de muchos otros propietarios y propietarias de pequeños negocios. Elisa, que regenta una alpargatería desde hace años, lamenta que las ventas se están resintiendo: "Los clientes, a la hora de comprar, miran mucho los precios". En su tienda se han visto obligados a subir los precios, "y no es porque queramos, es que a nosotros nos ha subido todo: la suela de los zapatos, las telas, etc., aunque intentamos poner un precio asequible que se pueda pagar".
No importa el sector, los costes y las facturas se han disparado para todos.
Trabajando a pérdidas
Actualmente, uno de cada cinco autónomos trabaja a pérdidas, según datos recientes de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA). Esto significa que su negocio no les da para obtener beneficios, sino solo para pagar gastos.
José Manuel, propietario de una joyería, asegura que "estoy perdiendo dinero. Yo este mes pierdo dinero porque hay que seguir pagando facturas, impuestos, el alquiler... Pero no hay tantos clientes". En comparación con el año pasado, dice tener un 60% menos de clientes. Él, de momento, resiste, pero ha visto cómo otros negocios vecinos han echado el cierre.
Obligados a cerrar
Esta situación está provocando que muchos locales tengan que bajar la persiana para siempre. 2022 ha acabado el año con 1100 pequeñas y medianas empresas menos, según la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme). Y muchos de los que siguen abiertos sobreviven, aseguran, a duras penas.
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