Desperdicios alimenticios

Las claves de la ley contra el desperdicio alimentario: multas entre 2.000 y 500.000 euros

No tirar alimentos a la basura se convierte ya en una máxima. En 2022 cada hogar desperdició una media de 65 kilos de alimentos, lo que se traduce en que los deshechos alimentarios se han reducido en un 13,5% desde la pandemia.

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Un 29% de las personas asegura que ya no tiran nada a la basura, procuran darle una segunda vida con recetas de aprovechamiento.

Desciende el desperdicio doméstico y sucede lo mismo en el sector de la hostelería, este comportamiento se debe fundamentalmente a que se compra con más cabeza por los altos costes de los productos, la inflación nos frena el consumo. Además, hacemos comidas más eficientes y pequeñas, controlamos mejor las cantidades en las raciones que servimos a la mesa. Todo ello nos ayuda a desarrollar una mayor conciencia de lo que supone tirar comida a la basura.

Un equipo de Antena3 Noticias ha acudido al Ministerio Agricultura Pesca y Alimentación, con el ministro Luis Planas que explica en qué cosiste esta propuesta de ley: "El desperdicio alimentario está cada vez más presente en la mente de las familias españolas. Hemos bajado el desperdicio alimentario un 13, 5% desde la pandemia. El proyecto de ley que aprobamos en el Consejo de Ministros tiene por finalidad mejorar los recursos económicos del trabajo y de la inversión, cuidar el medio ambiente y, sobre todo, cuidar a la población más vulnerable que son quienes más sufren la pérdida de alimentos.

Más detalles de la ley

El proyecto de ley propone que en todos los eslabones de la cadena alimentaria contribuyan a disminuir ese desperdicio alimentario y que los alimentos que han sido preparados y elaborados para el consumo humano lo sea realmente, recurriendo a la donación o redistribución, y cuando esto no sea posible recurrir a otros usos, como por ejemplo, mermeladas, piensos o compost.

Esta ley tendrá un valor preventivo y pedagógico. Preventivo porque se pretende evitar el desperdicio alimentario y pedagógico porque todos los eslabones de la cadena de la producción alimentaria y de consumo, las familias y los ciudadanos entendamos que la perdida de alimento es algo que no se puede aceptar.

Esta ley se prevé que pueda entrar en vigor a partir del 1 de enero de 2025.

La adaptación de los restaurantes

Algunos restaurantes ya han puesto en marcha medidas de aprovechamiento creando nuevas recetas, como Javier Sánchez, chef de La Posada del Nuncio, en Madrid: "En una navidad de pandemia tuvimos excedente de cordero y de cochinillo y nos inventamos una nueva receta que gustó tanto que se ha quedado en la carta. Otro de nuestros platos de éxito son las migas, con el pan que no se llega a servir en mesa, hacemos nuestras famosas y ricas migas. A los clientes les encanta también nuestro aperitivo a base de ropa vieja, que hacemos con lo que sobra del cocid.."

Es muy común que cuando vamos a un restaurante nos sobre algo de lo que hemos pedido, Javier siempre ofrece a sus clientes la posibilidad de llevárselo en un tupper: "Los españoles ya han perdido el complejo de pedir el tupper, tanto jóvenes como mayores lo piden cada vez más. Se llevan lo que sobra a casa. Notamos que tiramos menos desperdicios porque las bolsas de basura pesan menos, yo diría que tiramos un 20% menos que antes de pandemia. Con el sobrante del día también preparamos tapers para gente necesitada y familias vulnerables del barrio", nos cuenta Javier.

Con la nueva ley se pretende minimizar pérdidas de alimentos en toda la cadena de producción y como toda ley la falta de cumplimiento conllevará una multa que calculan que oscilaría entre los 2.000 y los 500.000 euros. Aún así, el Ministro insiste en que "lo importante es concienciar a la sociedad de que aquí no se tira nada, porque realmente el alimento más caro es aquél que acaba en la basura".

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