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Miles de personas se han echado a la calle en medio centenar de ciudades españolas, bajo el lema 'Con la Sanidad y la Educación no se juega', para clamar al Gobierno por una manera diferente de superar la crisis económica y para que los pilares del estado de bienestar queden al margen de los ajustes.

Convocados por la Plataforma Social en Defensa del Estado de Bienestar y de los Servicios Públicos -de la que forman parte cincuenta organizaciones sociales y sindicales- los manifestantes han subrayado que el gasto para mantener los servicios públicos es la mejor inversión que se puede hacer para salir de la crisis.

El mal tiempo y la lluvia han acompañado muchas de las manifestaciones

El detonante inicial de la movilización fue el ajuste de 10.000 millones de euros en los ámbitos sanitario y educativo, aunque las críticas se han ampliado a las sucesivas subidas de impuestos, que en opinión de las organizaciones convocantes van a ser especialmente dañinas para los colectivos más vulnerables.

La manifestación más numerosa ha sido la que se ha celebrado en Madrid (40.000 personas según los convocantes, 9.000 según la Policía), donde han estado presentes los dirigentes de los dos sindicatos mayoritarios, Cándido Méndez (UGT) e Ignacio Fernández Toxo (CCOO), además de dirigentes de los principales partidos de la oposición, entre ellos el secretario de Organización del PSOE, Óscar López, y el coordinador general de IU, Cayo Lara.

Insiste el manifiesto en que el estado de bienestar se basa en la existencia de unos servicios públicos "de calidad, universales y accesibles" y en que los servicios públicos son uno de los sectores productivos más dinámicos y generadores de empleo. De "durísimo recorte" tacha los ajustes en los servicios como sanidad, educación o servicios sociales, y corrobora que la sanidad y la educación son la mejor forma de redistribuir la riqueza.

La Plataforma ha rechazado las formulas de "copagos y repagos" en sanidad y denuncia además que el Gobierno esté "aprovechando" la crisis "como excusa para imponer su modelo social". En Barcelona, la manifestación ha convocado a un millar de personas, que han aprovechado para reclamar la libertad de los tres estudiantes y la sindicalista de CGT detenidos por los disturbios durante la huelga general del 20 de marzo, y para lanzar consignas contra el consejero de Interior de la Generalitat, Felip Puig.

En Andalucía, la Delegación del Gobierno ha cifrado en 11.500 personas los participantes en las manifestaciones desarrolladas en las ocho capitales de provincia, cifra que los sindicatos han elevado a 30.000. La más importante se ha celebrado en Málaga, donde han participado los dirigentes regionales de UGT y CCOO y a la que se ha sumado también la dirigente socialista y exministra de Sanidad Trinidad Jiménez.

En Valencia, los manifestantes han centrado sus criticas en el "doble recorte" que están padeciendo desde el Gobierno central y el autonómico, y han advertido que no será la última movilización contra los ajustes sociales. En Euskadi, más de dos mil personas se han manifestado en las tres capitales en contra de los recortes del Gobierno en sanidad y educación bajo el lema "Para que no acaben con todo" y con pancartas en las que se expresaba la defensa del autogobierno vasco.

Las organizaciones que han llamado a la protesta han cifrado en 70.000 los manifestantes que han salido a la calle en nueve ciudades gallegas, y en Castilla y León la Delegación del Gobierno ha calculado que casi 15.000 personas se han sumado a las protestas en las capitales de provincia.

Las manifestaciones se han sucedido también en Gijón, donde han protestado 50.000 personas, según las organizaciones convocantes; en las cinco ciudades castellanomanchegas, donde han salido a la calle 15.000 personas según los convocantes -3.500 según la Delegación del Gobierno-; en Santander, donde se han reunido unas 8.000 personas, según los convocantes, o en Logroño, en una marcha que ha convocado a 4.000 personas según los sindicatos, 1.900 según la Policía.

Ha habido manifestaciones también en Badajoz y Cáceres, que han reunido a 6.000 personas según los sindicatos y 2.000 según la Delegación del Gobierno, y en Murcia, donde los convocantes han cifrado la protesta en 5.000 ciudadanos, así como en Zaragoza, en Pamplona o en Melilla.

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