Agricultura y ganadería

El campo en alerta ante la escasez de lluvias, peligra casi la mitad del territorio de cultivo de España

Las plantaciones de cereales, olivar, los viñedos y los almendros son las producciones más afectadas al igual que los pastos para ganadería extensiva y apicultura. El actual es ya el segundo peor comienzo del año hidrológico en lo que va de siglo.

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La escasez de lluvia de este invierno ha provocado la alerta de casi la mitad del territorio de cultivo en España, según un informe publicado por la organización agraria COAG.

Las plantaciones de cereales, olivar, los viñedos y los almendros son las producciones más afectadas al igual que los pastos para ganadería extensiva y apicultura. Por regiones, Andalucía, el sur de Extremadura y Castilla-La Mancha y varias comarcas de Murcia, Lleida y Girona son las que registran la situación más crítica.

Desde el pasado 1 de octubre hasta el final de enero las precipitaciones han disminuido un 33% respecto a la media del periodo de referencia de los años 1981-2010 (191 litros por metro cuadrado), En un mes la situación ha empeorado; este mismo valor medio nacional hasta el 1 de febrero de 2022 se cifra en 192 mm, lo que representa alrededor de un 36% menos que el valor normal del periodo de referencia (299 mm).

COAG avisa de que si durante las próximas 3 ó 4 semanas no llueve de forma significativa los secanos podrían ver dañados sus rendimientos entre un 60% y un 80%, y preocupa especialmente la disponibilidad de agua para regadío en Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha y Castilla y León.

El actual es ya el segundo peor comienzo del año hidrológico en lo que va de siglo, una sequía que según los pronósticos continuará en febrero, está afectando al regadío y a los cultivos tempranos y, además, pone en riesgo toda la campaña. Los frutales, el algodón, la horticultura y, en general, todo el cultivo de regadío ya van a sufrir de seguro las consecuencias de esta sequía, apuntan diferentes fuentes del sector.

La situación es perjudicial también para la ganadería, ya que los pastos se están endureciendo y su calidad de está viendo comprometida, lo que incrementa el coste de la alimentación de los animales.

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