Canarias
Basura, insectos y pestilencia: así dejó un grupo de okupas una vivienda en Santa Cruz de Tenerife
Después de cinco meses, los okupas han abandonado finalmente la casa de la calle El Saludo. Este es el estado del inmueble.

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Los vecinos del barrio de El Toscal, en Santa Cruz de Tenerife, respiran algo más tranquilos. La segunda vivienda que había sido ocupada de manera ilegal por un grupo de personas ya ha sido desalojada.
Después de cinco meses, los okupas han abandonado finalmente la casa de la calle El Saludo. Desde el pasado mes de marzo, una orden judicial dictada por la magistrada del Juzgado de Instrucción número 1 de Santa Cruz les instaba a un desalojo voluntario antes del lanzamiento oficial.
Esta orden, más la presión de los vecinos, ha empujado a los okupas a abandonar la vivienda de forma voluntaria. Con el temor de que los okupas regresaran o que otros nuevos se metieran en la casa, los vecinos decidieron poner tablones en puertas y ventanas. Después de varios meses de lucha y caceroladas vecinales en la zona, la casa número 24 de esta calle ha quedado vacía de okupas, pero no de basura.
Los vecinos han podido comprobar cómo ha quedado la vivienda. En unas imágenes difundidas por los propios vecinos se puede observar el deplorable estado: basura esparcida por todos lados, insectos, calderos sucios, restos de alimentos y un olor insoportable, según relatan los propios vecinos, que no entienden cómo los moradores podían vivir en estas condiciones.
El Toscal: un barrio en lucha contra la okupación
Las calles tranquilas de de este pintoresco barrio de Santa Cruz de Tenerife, declarado Bien de Interés Cultural en 2007, están llenas de historia pero esa tranquilidad se había visto interrumpida por un grupo de okupas que se habían metido en varias casas. Por eso, los vecinos habían decidido salir todas las noches a la calle con cacharros en mano, concentrándose por fuera de las viviendas ocupadas.
Ahora, meses después de estas caceroladas, los vecinos respiran algo aliviados. Se acabó la pesadilla que venían padeciendo. Dos eran los inmuebles que habían sido ocupados por varios grupos de personas que, incluso, amenazaban y tenían atemorizada a la vecindad. Pero la lucha de los vecinos dio sus frutos: primero fue la vivienda de la calle Pasaje Segundo Ravina.
Una orden judicial daba 48 horas a los okupas para marcharse, tras la denuncia presentada por los propietarios por usurpación de la propiedad, contra el patrimonio y por allanamiento de morada. Inmediatamente, después de que los okupas salieran, su dueña procedió a tapiar puertas y ventanas. Pero los vecinos seguían en la lucha para desalojar la segunda vivienda, la de la calle El Saludo.
Una vivienda que presentaba peor estado, porque estaba casi en ruinas y era complicado localizar a sus propietarios. Tras la última orden judicial, los dos inmuebles han quedado libres de okupas. Aun así, los vecinos aseguran que van a seguir vigilantes, porque los okupas vuelven a algunas de las muchas viviendas vacías que hay en el barrio.
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