El comisario europeo de Competencia, Joaquín Almunia, no ha descartado que "en su momento" se modifique el fondo europeo de rescate para incluir la recapitalización directa de la banca. En una comparecencia ante la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo, Almunia ha afirmado que eso es algo "de lo que se ha venido hablando en las semanas anteriores a la adopción por parte del Eurogrupo del plan de rescate de toda una serie de bancos en España".
Esta es una posibilidad que ha defendido tanto el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, como el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, y comisarios como Olli Rehn. "Hasta ahora, según los análisis, no es posible con la legislación actualmente vigente, pero no hay que descartar que eso pueda ser modificado en su momento", indicó Almunia.
"En todo caso, estamos hablando de un tratado; el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) es un tratado intergubernamental y la Comisión Europea ahí no tiene el derecho de iniciativa", explicó Almunia. Poco antes, Barroso declaró en la cumbre del G20 que se celebra en México que la Comisión Europea quiere "un sistema que evite la contaminación de la deuda financiera y la deuda soberana, porque esto puede tener consecuencias negativas para los mercados", una preferencia que fue también reiterada por Rajoy.
En cualquier caso, apuntó en otro momento de la comparecencia, en lo que se refiere a sus competencias, que el control de la ayuda a la banca española sería igual si se recapitalizara directamente que si se hace indirectamente a través de un préstamo al Estado. "Es totalmente indiferente que la recapitalización con recursos públicos se produzca con recursos nacionales o de la eurozona, se produzca a través del Estado miembro en el caso de la utilización del Fondo Europeo de Estabilidad (FEEF) -o del MEDE- o directamente utilizando los cortafuegos europeos con bancos", señaló.
"Desde el punto de vista del control de ayudas del Estado es exactamente igual. Lo que cambiarán son el resto de las condiciones, horizontales, digamos", indicó el vicepresidente de la Comisión. Almunia dijo que es "evidente" que existe un riesgo moral cada vez que se utiliza un dinero público para apoyar determinadas empresas y no a otras y por eso el control de las ayudas de Estado trata de minimizar en la medida de lo posible ese factor. "El riesgo moral residual que es imposible de eliminar se ve compensado con los beneficios que se reciben desde el punto de vista de la estabilidad financiera y evitar la materialización de riesgos sistémicos", sostuvo.
La Comisión Europea trata de evitar ese riesgo moral con conversaciones, a veces duras, sobre los planes de reestructuración y modelos de negocios que serán la base de la misma, a través de discusiones igualmente tensas a menudo sobre e reparto de costes y esfuerzos entre accionistas, bonistas y la propia entidad y las autoridades públicas que representan a los contribuyentes, y al evitar cualquier distorsión de competencia, explicó Almunia.