Tenis

Kyrgios se lleva 'la batalla de los sexos' ante Sabalenka en una exhibición fallida

El 671 de la ATP se impone a la número 1 del mundo por un doble 6-3 en una exhibición en la que no arriesgó y se mostró muy mermado físicamente. A Aryna le pesó demasiado el tener solo un saque. Ronaldo y Kaká, testigos del show.

Kyrgios y Sabalenka

Kyrgios y SabalenkaEFE

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Lejos de ser lo que fue aquella 'Batalla de los sexos' entre Billie Jean King y Bobby Riggs en 1973, o incluso la de Jimmy Connors ante Martina Navratilova en 1992, el 'partido' de exhibición que han protagonizado este domingo en Dubái Aryna Sabalenka (1 de la WTA) y Nick Kyrgios (671º de la ATP) ha terminado en victoria para el australiano por un doble 6-3 en 1:17. Eso sí, en un formato fallido que pese a buscar 'beneficiar' a la bielorrusa, terminó mermando el espectáculo con dos reglas más que cuestionables.

Kyrgios, sólido y sin arriesgar lo más mínimo

Como se esperaba, el show dejó mucho que desear, condicionado por dos reglas que, en mayor o menor medida, buscaban igualar el duelo y posibilitar que Sabalenka pudiera competir. Lo remarcable era que el australiano, lejísimos de su mejor estado de forma físico y tenístico, es ahora mismo el 671 de la ATP y solo ha jugado seis partidos oficiales desde octubre de 2022. Su movilidad durante el duelo evidenció su pésimo estado físico y que es muy improbable que pueda volver a competir en el circuito ATP.

A Nick le costó adaptarse a las medidas de su rival y se centró en mostrar solidez desde el fondo de pista, metiendo mucha bola, usando mucho el cortado y abusando de las dejadas. No arriesgó lo más mínimo y pese a que sigue manteniendo el toque, se le vio extenuado durante la hora y veinte que duró el encuentro. A eso había que sumar el calor y la humedad que se generó en el Coca-Cola Arena de Dubái. Cumplió con el expediente, ganó el partido... y poco más. No necesitó de su mejor versión, pero tampoco de un físico aceptable ni de el repertorio de golpes del que siempre hizo gala. En un evento en el que se supone que se busca la igualdad, el desenlace deja las consecuencias que cada uno quiera sacar...

Sabalenka, por su parte, había calentado la previa mostrando una seguridad envidiable que hoy no le sirvió de gran cosa. La bielorrusa sí se tomó en serio la exhibición y fue la que dejó los mejores puntos de la tarde, e incluso la que arriesgó más de la cuenta buscando desbordar al aussie. Eso sí, le pasó factura cometer tantos errores, bastantes más dobles faltas y no poder presionar más a Kyrgios desde el primer golpe (solo tenían un saque). Tanto que Aryna solo pudo ganar tres juegos al servicio. Al final, 6-3 y 6-3 para Kyrgios, un buen rato, varias caras conocidas (Ronaldo, Kaká, Khachanov...) y poco más, aunque tampoco el público aportó gran cosa. Eso sí, la número 1 del mundo se animó incluso a bailar la macarena en uno de los descansos.

Las grandes desventajas para uno y otro

Este partido de exhibición tenía dos particularidades muy remarcables, la primera era las medidas de la pista de Sabalenka, las cuales eran un 9% más pequeñas que la de Kyrgios. Y es que, según varios estudios, de esta manera se 'acotaba' mucho más la diferencia entre el físico, la velocidad y la potencia de un hombre respecto a la de una mujer. En resumen y por regla general según el estudio, las mujeres son un 9% más lentas que los hombres.

La pista de Sabalenka era un 9% más pequeña

Ahí es donde 'sufrió' Kyrgios, y lo hubiese hecho cualquier otro, ya que jugar con menos campo a tu disposición y, sobre todo, no estar acostumbrado a entrenar en esas condiciones, supone una gran desventaja para cualquier tenista.

Ambos tenistas tenían un saque

No obstante, la otra regla perjudicó claramente a la bielorrusa, pero también y mucho a Kyrgios, ya que se estableció que solo existía un saque para ambos jugadores. Aryna no podía apretar con su primero y fue a la que más le costó colocar un saque equilibrado en cuanto a seguridad, fuerza y colocación. Por contra, el gran saque de Kyrgios -el mejor golpe de su tenis- también se vio totalmente opacado. Lo que sí jugó a favor de la bielorrusa fue la inactividad de su rival y el terrible estado físico del de Canberra.

Una de las curiosidades de establecer estas normas fue ver a Aryna sacando un par de palmos por detrás de la línea de saque. Su pista era más pequeña pero al final está acostumbrada a jugar y entrenar con las medidas reglamentarias.

Algunos dicen que la líder del ranking femenino debía haber tenido dos servicios, pero otros habrían pedido que también jugara con las mismas medidas que Nick. La exhibición que buscaba ser un nuevo episodio de 'la batalla de los sexos' se ha quedado en otro intento fallido. Seguramente porque a nadie le importe lo que ocurriría si ambos jugasen al 100% y con las mismas condiciones. Básicamente porque ya se sabe como terminaría. No aporta nada nuevo.

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