La polifacética Shi Ming sueña con competir en la UFC. Entrena duro artes marciales mixtas por pasión y tiene su consulta médica por vocación. Esta china es médico y luchadora a partes iguales.
Compaginar las artes marciales con la medicina puede resultar poco creíble, pero Shi Ming lo ha conseguido. Empezó a practicar este deporte con tan solo 13 años y al llegar a la universidad, influenciada por su abuelo, decidió que también quería ser médico.
"Ahora practico la medicina china tradicional, en concreto, la acupuntura", explica. La finalidad de esta técnica es mejorar el dolor y el bienestar general clavando en la piel unas agujas. "Ayudo a mis pacientes a aliviar sus dolores y también intento que mi equipo y yo nos recuperemos lo antes posible después de entrenar", añade.
La exigencia de sus entrenos es cada vez mayor porque Shi Ming tiene claro un objetivo: "Espero que pronto pueda enseñar mis habilidades en la UFC". Mientras llega ese momento, esta deportista va a seguir luchando por visibilizar sus dos trabajos. "Ojalá mis esfuerzos ayuden a que más gente practique las artes marciales y descubran la magia de la acupuntura", sentencia.