"El día que pare de luchar por la igualdad y por la gente como tú y como yo, será el día que esté en mi tumba. Obviamente mis pensamientos no son los mismos que cuando tenía con 20 años", declaró.

Recordemos que hace poco menos de un año, la reconocida tenista norteamericana, en la final perdida del US Open frente a la japonesa, Naomi Osaka, se enfrentó al árbitro del partido, Carlos Ramos.

Williams acusó al juez de sexismo. En primer lugar, porque este le dio una advertencia por violación al reglamento, al determinar que el entrenador de la tenista le había hecho señales desde las gradas.

A continuación, recibió un punto de castigo por romper su raqueta, seguido de una penalización de un juego por abuso verbal, al enfrentarse al juez. "Me robaste un punto y eres un ladrón", le dijo Williams a Ramos.

Ante ello, la tenista argumentó que había visto a jugadores hombres decir "varias cosas" a los árbitros.

“Estoy aquí luchando por los derechos de las mujeres y por la igualdad de las mujeres y por todo tipo de cosas. Para mí, el que yo haya dicho ‘ladrón’ y que él me quitara un juego me hizo sentir como si fuera un comentario sexista”, dijo.

“Él nunca le ha quitado un juego a un hombre que le dijera ‘ladrón’. A mí me sorprende. Pero voy a seguir peleando por las mujeres”, señaló Williams.

El tenista estadounidense Andy Roddick, ya retirado, tuiteó: “Desafortunadamente he dicho cosas peores y nunca me castigaron con un juego”.

Billie Jean King, enseguida salió a su defensa:

 

 

Además, tras su maternidad, Serena Williams viéndose obligada a llevar un tipo de ropa especial en Roland Garros, tuvo que aguantar como el presidente de la Federación Francesa de Tenis, Bernard Giudicelli, calificaba el uniforme de inaceptable: "Creo que a veces hemos llegado muy lejos. El conjunto de Serena de este año, por ejemplo, no será aceptado más. Hace falta respetar el juego y el lugar", explicó en el número de septiembre de la revista "Tennis Magazine, señaló.