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Medicina

'Resucitan' a una montañera que estuvo durante seis horas en paro cardíaco

Audrey Mash se vio sorprendida por una tormenta de nieve haciendo senderismo en el Pirineo y su cuerpo estaba a 20,2 grados cuando llegó al hospital. Así se produjo el milagro médico que le salvó la vida.

En resumen

  • Una tormenta de nieve sorprendió a Audrey Mash y la temperatura de su cuerpo bajó a 20,2 grados

  • "El cerebro se enfrió rápidamente y su necesidad de oxígeno se redujo antes del paro cardíaco", explica el médico

  • Audrey Mash: "Me parece milagroso sentirme tan saludable como estoy ahora"

Audrey Mash llegó al hospital Vall d'Hebron el pasado 3 de noviembre y todos le daban por muerta. Esta profesora de inglés residente en Barcelona desde 2017 había salido junto a su marido, Rohan Schoeman, para pasar un día de montaña. Sin embargo, el tiempo cambió y les sorprendió una tormenta de nieve.

En el rescate participaron tres helicópteros, cuatro ambulancias y hasta 40 personas. Su marido estaba convendido de que Audrey había muerto. Sin embargo, su caso es único: primer caso de una persona que sobrevive a un paro cardíaco por hipotermia en los Pirineos.

Cuando trasladaron a Audrey Mash al hospital Vall d’Hebron, su cuerpo estaba a 20,2 grados y su corazón llevaba tres horas sin latir. Apenas once días después, esta joven de 34 años abandonó el hospital sin secuelas neurológicas y después de que su corazón estuviera seis horas y media parado.

Una técnica pionera

El doctor Eduard Argudo optó entonces por una técnica pionera para salvar vidas: en quirófano, la conectaron a una máquina de oxigenación por membrana extracorpórea (ECMO). Dicho aparato suple la función del corazón y de los pulmones; extrae la sangre del cuerpo por vena y la oxigena antes de volver a meterla en una arteria.

Así es como restauraron la circulación sanguínea cuando el corazón estaba parado, además de calentarle la sangre y elevar su temperatura corporal.

"Es un caso verdaderamente excepcional", explicó Eduard Argudo en 'La Vanguardia'. El médico explica que la clave para salvar su vida reside en que "el cerebro se enfrió rápidamente y su necesidad de oxígeno se redujo antes del paro cardíaco. Cuando primero es produce el paro cardíaco y después el enfriamiento, como suele ocurrir en víctimas de aludes, la pronóstico es muy malo. Pero cuando es la hipotermia lo que provoca el paro cardíaco, como en el caso de Audrey, debemos intentar salvar a las víctimas porque es posible una supervivencia sin secuelas graves".

"Cuanto más he leído sobre la situación, más milagroso me parece sentirme tan saludable como estoy ahora", reconoce Audrey.

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