Snowboard

El rescate vital de Núria Castán: "Cuando estaba enterrada me despedí de mis seres queridos"

La 'snowboarder' española fue sepultada por una avalancha de nieve de 250 metros en Verbier, Suiza. Núria Castán cuenta a Antena 3 Deportes su angustiosa experiencia después de haber asumido que iba a morir.

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Mirar a la muerte a los ojos, sentir que está ahí y despedirte de todo en la más inmensa soledad. Una sensación que ninguna persona desea tener, porque debe de ser una de las peores que se pueden sentir. Pues Núria Castán, la 'snowboarder' española la sintió después de ser arroyada por una avalancha de nieve que la arrastró 250 metros. Sin ninguna duda será la situación más extrema que ha vivido.

En manos de la naturaleza

Ocurrió en la estación de esquí de Verbier (Suiza), el pasado 4 de abril. Mientras Núria, junto con una rival, participaba en una competición se vio sorprendida por un enorme alud de nieve: "Recuerdo ver una cascada enorme en la que yo era un árbol más que estaba cayendo". Tuvo mucha suerte de que durante los 250 metros que fue conducida por la fuerza de la naturaleza, su cuerpo y su tabla permanecieron en la superficie. De no haber sido así, hubiera tenido altas probabilidades de chocar con las rocas que conforman las montañas, haciendo que el desenlace fuese peor.

A pesar de que su situación era, dentro de lo que cabe, afortunada, no le quedó otra opción que dejarse llevar: "Lo único que podía hacer era chillar y rezar". Una vez detenida la avalancha, Núria quedó sepultada bajo la densa y dura nieve suiza. Lo único que se dejaba percibir desde la superficie era un fragmento de su tabla, que fue el elemento que permitió identificar su posición.

"Cuando estaba enterrada me despedí de mis seres queridos"

Envuelta en la nieve, el tiempo corría, y cada segundo que pasaba ponía la situación más en su contra: "Cuando estaba enterrada no podía respirar, estaba totalmente aplastada". El frío iba haciendo de las suyas y las consecuencias físicas se sucedían cada vez más rápido: "Dejé de sentir el cuerpo".

La situación era tan extrema que Núria pensó que aquel era su final, que todo acabaría en aquella montaña nevada de Verbier. Asumir que te vas de este mundo no es ni fácil ni agradable, y menos hacerlo solo cuando estás sepultado por la nieve. Instantes antes de perder el conocimiento por los efectos del frío, en la soledad, pronunció un último adiós: "Cuando estaba enterrada me despedí de mis seres queridos", confiesa.

Una situación dramática con final féliz

Afortunadamente, los equipos de rescate localizaron el punto exacto donde se encontraba el cuerpo, ya sin consciencia, de Núria. Tras 10 intensos minutos de excavación consiguieron sacarla a la superficie. La 'snowboarder' continuaba respirando, aspecto que fue clave para que su devenir fuera positivo. Después de esta experiencia extrema, afortunadamente para todos, pudo salir bien parada. Y no lejos de tener miedo, Núria una semana después viajó a Noruega para continuar haciendo lo que más le gusta. Eso sí, seguro que el momento que vivió en Verbier no se le va a olvidar nunca.

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