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Karakórum

El Muchu Chhish, una de las últimas montañas vírgenes que quedan en el mundo: "El futuro del alpinismo está allí"

Entre Pakistán, India y China se encuentra la cordillera del Karakórum, que alberga algunas de las montañas más altas del mundo del aplinismo que nadie ha subido. Entre ellas el Muchu Chhish, 7.453 metros de altura por ahora inalcanzables para el ser humano.

Dentro del mundo del alpinismo pocas son las montañas que no han sido aún escaladas. Pero algunas de las pocas cumbres vírgenes que quedan todavía se encuentran en la cordillera del Karakórum, un paisaje inhóspito entre Pakistán, India y China.

Allí se encuentra el Muchu Chhish, un coloso de 7.453 metros de altura y cuya cumbre aún no ha sido pisada por el ser humano.

Dicen que el futuro del alpinismo está allí. Varias expediciones han intentado llegar arriba pero nadie ha conseguido su cima. Un equipo checo tuvo que desistir por la meteorología adversa.

Los peligros que alberga el Muchu Chhish son diversos: solo llegar a sus pies es más difícil que llegar al Everest , hay que cruzar glaciares enormes, no es muy técnica pero cuesta avanzar, en cualquier momento puede haber un alud.

"La gran dificultad de la ascensión es que es muy expuesta. La arista final es muy larga, muy empinada, y la montaña te obliga a ascenderla desde el cercano Batura IV, de lado. Suele haber mucho hielo y mucha nieve y el peligro de aludes es constante. Para llegar a la cima necesitas muy buenas condiciones meteorológicas, estar allí los días ideales", explica Jordi Tosas, guía de Kilian Jornet en su expedición al Everest, al diario 'El Mundo'.

"En cualquier momento puede haber un alud, aunque en unos años alguien lo conseguirá, estoy seguro. Hasta hace muy poco nadie conocía el Muchu Chhish, ir allí era una cosa de locos. Ahora se está poniendo algo de moda y algún grupo llegará a la cima", asegura Tosas.

"Para mí el futuro del alpinismo está allí, en Pakistán. Son montañas con un desnivel brutal, muy verticales. En todo el valle en el que está el Muchu Chhish hay paredes que no sabes ni por dónde cogerlas, que no te dejan trazar una línea. Es una zona muy interesante", concluye Tosas.