Notaba que algo iba mal en su cuerpo pero nadie encontraba la razón. Sin saber lo que le pasaba Néstor Abad seguía entrenando y esto estuvo a punto de costarle la vida. Al final dieron con el diagnóstico: miocarditis. Impresiona cómo a un deportista capaz de hacer cosas como las que hemos visto ahora le cuesta hasta subir unas escaleras. El sueño de este campeón, volver a la gimnasia.
De hacer el deporte que ama a temer que le pudiese quitar la vida. "Entrenando sentía que parecía que me iba a morir. Sinceramente, creía que me iba a quedar en el sitio si hacía un ejercicio más fuerte de la cuenta", explica. Eso es lo que le produce la dichosa miocarditis a un Néstor Abad que aprendió a subirse a las barras y a dar volteretas antes que andar.
La enfermedad le ha apartado de lo más básico: "Ya puedo subir las escaleras sin que me dé el corazón unos golpes muy fuertes". Unos golpes que tardaron meses en diagnosticarle a este 5 veces campeón de España de gimnasia y décimo en el último mundial que está sufriendo su derrota más dura. "El golpe más duro fue el sentir que yo estaba mal y que los médicos me dijesen que todo estaba bien, que no tenía nada", dice.
La miocarditis terminó abriéndose paso y deja a Néstor sin temporada y posiblemente sin Juegos. "Este año teníamos el Europeo, que es clasificatorio para el Mundial, y el Mundial es clasificatorio para los Juegos Olímpicos y me lo voy a perder", asegura.
Aunque le duele sabe que "mantener la salud es una prioridad fundamental que no puedes perder por hacer lo que te gusta". La solución: "Simplemente tener paciencia y ya está". Para soñar con París 2024 porque nadie mejor que Néstor sabe que cuando te caes, hay que volver a levantarse.