Golf

Lluvia de cerveza en el hoyo 16 de Phoenix

El público presente lanzó botellas desde la grada al green, como es tradición tras conseguir un hoyo en uno.

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Se ven muchos hoyos en uno a lo largo de una temporada, pero lo que es indiscutible es que nadie celebra los golpes como el público del hoyo 16 en el WM Phoenix Open. Alrededor de 20.000 fans se juntan en las gradas esperando a que los golfistas tengan un golpe de suerte y así poder celebrarlo a su manera.

Tras un año de aforo reducido por el covid, la fiesta ha regresado a Arizona. Había muchas expectativas y el público se encargó de dejarlo claro. Primero, el sábado, Sam Ryder consiguió el hoyo en uno y el domingo fue el turno de Carlos Ortiz. La reacción de los espectadores fue la misma: lanzamiento de botellas y vasos, con líquido incluido, al green. Una imagen que ya es tradición: "No creo que haya un par 3 que tenga tanta electricidad como este", contó Ryder el sábado.

Pero este público también es conocido por su exigencia, ya que no tienen reparo en abuchear cuando algún golfista comete un fallo: "Te animan cuando aciertas uno bueno y te abuchean cuando pegas uno malo, que es lo que te mereces", dijo a los periodistas Brooks Koepka. "Adoro a estos tíos. Me gusta jugar frente a mucha gente", aseguró.

Histórico hoyo en uno de Tiger

En ese mismo lugar, un 25 de enero de 1997, un joven Tiger Woods conseguía un histórico hoyo en uno. Un golpe desde 139 metros, que es recordado como uno de los más famosos del PGA Tour.

Y es que en ese green suceden cosas diferentes y, un año más, demuestran que no hay un rincón más divertido en el mundo del golf que el hoyo 16 del TPC de Scottsdale.

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