Golf

Irene Soffiati, de la silla de ruedas a jugar al golf: "Mi hijo me ha reenganchado al deporte"

Irene se quedó en silla de ruedas a los 18 años tras sufrir un accidente y se prometió no volver a hacer deporte, ahora, su hijo de 6 años le ha devuelto la ilusión por uno, el golf.

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Un accidente de coche la dejó en silla de ruedas y se prometió así misma no hacer más deporte, sin embargo, su hijo le cambió sus planes por completo.

A Irene Soffiati su hijo le cambió los planes, el pequeño empezó a jugar al golfy ella no quiso quedarse atrás, por lo que empezó a entrenar y gracias a una silla que le ha hecho la Federación Canaria de golf puede incorporarse para ejecutar el golpe y poder practicar así el deporte que tanto le gusta.

Un accidente de tráfico la dejó en silla de ruedas, tenía 18 años y una vida dedicada al deporte: "Hacía gimnasia artística y esa era mi vida", explica.

A pesar de que se hizo una promesa: "Decía que jamás haría un deporte en silla de ruedas", la vida cambia sus planes. En primer lugar, su hijo de 6 años se aficiona, luego su marido, era su turno: "Dije, yo también puedo jugar, y al día siguiente tenía todo listo para hacerlo", nos cuenta.

Su próximo objetivo es competir en torneos

La Federación canaria de golf le facilita todo lo necesario, también la silla que le permite incorporarse para ejecutar el golpe, por lo que, ella, se vuelve a enganchar al deporte: "Me gusta porque me da un estímulo, es casi como empezar una tercera vida", dice Irene.

Tanto le gusta, que no se pierde una clase: "Tiene tanta motivación que para mí es un placer darle clase", dice su profesor Paco Cea, profesional del golf. Ambos tienen un objetivo en común: "Quiero disputar campeonatos o torneos", concluye Irene. Puede que tenga su oportunidad este mismo año, en el primer torneo de golf adaptado de las Islas Canarias.

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