Maratón de Boston

El hermano de Martin Richard completa la Maratón de Boston 10 años después del atentado

Martin Richard, un niño de 8 años, fue la víctima más joven del atentado del Maratón de Boston de 2013. Su sueño era participar en la prueba algún día y una década después su hermano mayor ha corrido por él.

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Hace 10 años que dos bombas acabaron con la vida de Martin Richard, un niño de 8 años, al explotar cerca de la línea de meta de la Maratón de Boston. De entre todos los fallecidos, él fue el más pequeño de todos. Su hermana y su madre resultaron gravemente heridas.

'No más personas lastimadas. PAZ'

A raíz de los hechos sucedidos aquel 15 de abril de 2013, se hizo viral una imagen del menor en la que sostenía un cartel en el que se leía: "No más personas lastimadas. PAZ". Y aquel trágico día, el sueño de Martin de participar en la prueba cuando fuera mayor de edad se desvaneció.

Una asociación con su nombre

En enero de 2014, Denise y Bill, sus padres, crearon la Fundación Martin Richard. Un club de runners cuyos objetivos son fomentar la deportividad, la inclusión, la amabilidad y la paz. Estos objetivos los tratan de cumplimentar invirtiendo en programas que incitan a los jóvenes a celebrar la diversidad y a participar como líderes comunitarios.

"Ha sido un día muy emotivo siendo el décimo aniversario"

Desde aquel fatídico atentado, los familiares y amigos del chico tenían un objetivo común: completar la maratón en su nombre. Y lo han cumplido en la edición que se ha celebrado este año, cuando él ya hubiera tenido la edad suficiente para poderlo hacer. "Ha sido un día muy emotivo siendo el décimo aniversario. Para mí, para mi familia, para mis amigos y para los amigos de Martin", exclama Henry, hermano mayor de Martin.

Sus amigos estaban visiblemente emocionados al cruzar la línea de meta: "Ha sido un honor hacer algo así en su nombre", declaraba uno de ellos.

Martin estuvo presente en todo momento

Familia, compañeros de clase y profesores se unieron para correr juntos por él. Aunque no estuviera físicamente presente, de sus mentes no desapareció en ningún momento: "El nos ha sostenido toda la carrera". Sus amigos también lo tenían en mente constantemente; "Ha estado con nosotros todo el tiempo".

Una promesa por cumplir

Y es que su hermano mayor lo tenía entre ceja y ceja, lo quería hacer fuese como fuese: "Si lo voy a hacer lo hago. Y empecé a entrenar". Pero no era solo un trato entre todos ellos, también fue una promesa que hicieron con el propio Martin: "Así lo acordamos con él. Correríamos juntos cuando cumpliera los 18", afirmaba una de sus profesoras del colegio.

El objetivo propuesto por fin se ha podido cumplir. Ahora solo queda que los valores que pretende motivar la Fundación Martin Richard se se expandan y que no volvamos a ver atentados como el de aquel 15 de abril de 2013.

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