Neymar entrenando antes de un partido con el PSG

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Neymar desata la indignación en Brasil tras organizar una fiesta de cinco días y con 500 personas

Una vez más Neymar se encuentra en el centro de la polémica. En este caso, el escándalo lo ha protagonizado en Brasil, donde se encuentra pasando las Navidades y donde ha organizado una fiesta con 500 invitados y que duró cinco días en plena pandemia del coronavirus.

Neymar no suele pasar desapercibido y eso ha quedado claro en su última visita a Brasil, su país natal y donde está pasando las Navidades. El futbolista del PSG ha desatado una fuerte polémica después de conocerse que organizó una fiesta con centenares de invitados en plena pandemia de coronavirus, que ya deja más de 190.000 muertos en el país sudamericano, según reveló la prensa brasileña.

El jugador del París Saint-Germain (PSG) recibió multitud de críticas hoy después de que el periódico O Globo informara sobre el evento, que comenzó el viernes en una mansión en Mangaratiba, en Río de Janeiro, y continuará con la presencia de unos 500 invitados.

De acuerdo con el rotativo, Neymar también contrató una banda para entretener a sus visitantes a lo largo de los festejos. Asimismo, para evitar molestar a los vecinos, construyó una clase de discoteca subterránea con protección acústica en los aledaños de la mansión fluminense.

La prensa local reveló además que la única regla impuesta por el camisa 10 de la Selección brasileña ha sido la total prohibición del uso de los teléfonos móviles.

Los asistentes tampoco podrán grabar historias, vídeos o publicar imágenes en las redes sociales. A lo largo de este sábado, varios medios brasileños se hicieron eco de la noticia y Neymar, conocido por sus fiestas y celebraciones, llegó a figurar entre los tópicos más comentados de Twitter, en medio de una ola de reproches debido al recrudecimiento de la pandemia del coronavirus en las últimas semanas en el gigante sudamericano.

Brasil es uno de los países más castigados por la emergencia sanitaria y, según los datos más recientes del Ministerio de Salud, acumula ya más de 190.000 muertos y unos 7,5 millones de infectados por el Sars-CoV-2.

La rápida escalada tanto de los casos como de los decesos en las últimas semanas llevó a que diversos estados y municipios brasileños volvieran a endurecer las medidas de distanciamiento social para este fin de año, como es el caso de Sao Paulo y Río de Janeiro, las dos regiones más golpeadas por el patógeno en el país.