Crisis Luis Rubiales

Luis Rubiales no dimite como presidente de la RFEF: "¿Un pico consentido es para sacarme de aquí?"

Luis Rubiales da la sorpresa y se niega a dimitir como presidente de la RFEF. Lamenta su 'tocada' en el palco, pero asegura que el beso a Jenni Hermoso fue "un piquito consentido". También arremete contra el "falso feminismo, una gran lacra en este país".

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Luis Rubiales da la sorpresa y finalmente no dimite como presidente de la Real Federación Española de Fútbol tras la polémica generada por su beso en la boca a la futbolista Jenni Hermoso durante la entrega de medallas posterior a la victoria de España en la final del Mundial femenino de fútbol. La presión política, social, mediática y del mundo del deporte no ha podido con un hombre que accedió al poder en mayo de 2018 y en el que ha estado cinco años al frente.

Así ha justificado su decisión Rubiales: "Aquí no se trata de hacer justicia, se está ejecutando un asesinato social. A mí se me está tratando de matar. Tenemos que hacer una reflexión de hacia dónde vamos. Desde hace cinco años van a por mí con todo, por tierra, mar y aire. Decenas de querellas, denuncias en los juzgados... Siempre son los mismos [...] Estoy sufriendo una cacería. ¿Es tan grave como para que yo me lleva habiendo hecho la mejor gestión del fútbol español? Les voy a decir algo: no voy a dimitir. ¿Un pico consentido es para sacarme de aquí?".

Su gesto a la entrepierna

El mandatario federativo también ha justificado su gesto obsceno al tocarse la entrepierna en el palco tras la final del Mundial femenino: "Quiero dar las gracias a todos los mensajes que he recibido de apoyo. Hay mucha gente que, aunque silenciada, me está apoyando. Yo diría más que en contra. Quiero pedir perdón sin paliativos de ninguna clase por un hecho que ocurrió en el palco, cuando en un momento de euforia me agarré esa parte del cuerpo. Voy a proceder a explicarlo mirando a Jorge Vilda".

Y en ese punto ha abundado mirando directamente al seleccionador nacional: "Hemos pasado mucho estos años. Te han querido hacer a ti lo mismo qeu ahora me están haciendo a mí; un discurso falso tratar de transformarlo en verdad. Hemos sufrido y tragado mucho, pero hemos estado juntos. Fíjate, me emocioné tanto hasta el punto de perder el control y llevarme las manos ahí. Al ganar el Mundial tu primera reacción fue girarte al palco y dedicártelo. En ese momento te hice esa señal de 'olé tus huevos', con perdón. Tengo pedir disculpas a la reina y a la infanta y a todo aquel que se haya sentido ofendido porque es un gesto poco edificante. Nunca me había comportado así, la emoción era grande pero no me justifico. Perdón".

El beso a Jenni Hermoso

Luis Rubiales también ha justificado su beso a Jenni Hermoso: "Sobre el pico quiero dar mi explicación también y decir que quien vea el vídeo entenderá que ante 80.000 personas allí y ante millones de personas de manera televisada, ante mi familia e hijas... el deseo que tenía en ese beso era el mismo que dándole un beso a una de mis hijas. Ni más, ni menos. No hay deseo ni posición de dominio. Eso toda la gente lo comprende también. Aunque se esté vendiendo otra cosa en los medios, tanto los que rinden pleitesía a Tebas como los que brindan pleitesía al falso feminismo, que es una gran lacra en este país".

Cuenta que el beso fue consentido: "En el momento en el que apareció Jenni ella me levantó a mí del suelo y me cogió de las caderas y las piernas. Al dejarme en el suelo, nos abrazamos. Ella me subió en brazos y me acercó a su cuerpo. Nos abrazamos y le dije que se olvidara del penalti. Ella me contestó y me dijo 'eres un crack'. Y yo le dije: "¿Un piquito?". Y ella me dijo que 'vale'. Ella dijo que era una anécdota y demás. De la anécdota se pasa al silencio de la jugadora y después a un comunicado que no termino de entender", ha explicado Luis Rubiales.

Crónica de una crisis

Una crisis que comenzó en un momento histórico para el fútbol femenino de nuestro país, cuando la selección española consiguió derrotar por la mínima a la poderosa Inglaterra gracias a un golazo de Olga Carmona para bordar la primera estrella al escudo, algo que el combinado masculino ya había conseguido en 2010.

Las futbolistas de la Roja se disponían a recoger la medalla que les acreditaba como campeonas del mundo. Fue cuando subió Jenni Hermoso, una de las líderes del equipo, cuando tendría lugar el principio del fin de Luis Rubiales. El mandatario federativo abrazó cariñosamente a todas las jugadoras antes de besar en la boca a la número '10' de España en un gesto que no tardó en desatar la polémica casi mundial.

También dejó mucho que desear su comportamiento en el palco fuera de sí tras la victoria española, celebrando el título saltando efusivamente para terminar con un gesto de agarrándose en la zona de la entrepierna. Y todo esto, junto a numerosas autoridades como la reina Letizia y la infanta Sofía. Gestos obscenos, besos a jugadoras y unas imágenes controvertidas que 24 horas después iban a ser el principio de su propia 'defunción'.

"¡No me ha gustado, eh!"

"No me ha gustado, eh, pero ¿yo qué hago?". Esas fueron las primeras palabras de Hermoso sobre el gesto de Rubiales. Fue ya en el vestuario junto a sus compañeras, minutos después de lo ocurrido, durante un directo de la futbolista, que no quería que nada eclipsara la histórica victoria de la selección femenina. El presidente de la RFEF no solo no se disculpó si no que tachó de 'tontos' que decían "gilipolleces" a aquellos que criticaron su gesto en la entrega de medallas.

Las críticas a Rubiales no tardaron en llegar, especialmente desde el sector político. Sin importar el partido al que pertenecen, todos han coincidido en denunciar el polémico beso de Rubiales a Hermoso. Cuca Gamarra, Irene Montero, el ministro Iceta o el propio Pedro Sánchez han condenado el gesto del ya expresidente de la RFEF. Sí, Rubiales hizo algo que parecía imposible a estas alturas: poner de acuerdo a todo el arco parlamentario.

La jugadora del Pachuca y de la selección española femenina de fútbol emitió un comunicado a través de su sindicato este jueves y rompía su silencio. "Mi sindicato FUTPRO, en coordinación con mi agencia TMJ, se están encargando de defender mis intereses y ser los interlocutores sobre este asunto", aseguró la deportista minutos antes de que el sindicato mayoritario hiciera público un duro comunicado en el que pedía que los actos del presidente de la Real Federación Española de Fútbol "no queden impunes".

Previamente al comunicado de la jugadora de la selección, la RFEF hizo público otro comunicado con unas supuestas declaraciones de la futbolista: "Ha sido un gesto mutuo totalmente espontáneo por la alegría inmensa que da ganar un Mundial...". Estas palabras nunca fueron escritas por Jenni Hermoso, otro hecho en el que estaba involucrado la RFEF y el propio Luis Rubiales.

La charla con Jenni Hermoso en el avión

Pero si hay algo que incendió todavía más y ha precipitado la salida de Rubiales considerablemente fue la conversación que tuvo con Jenni Hermoso en el avión de regreso a España. El todavía presidente federativo solicitó sin éxito a la jugadora de la selección que saliera junto a él en el vídeo de disculpas por el beso que le dio sin su consentimiento.

Además, ante la negativa de Jenni Hermoso, el seleccionador Jorge Vida se acercó hasta en tres ocasiones a la familia de Jenni para que le convencieran de que lo hiciese. Tampoco hubo suerte. Y mostraba claramente el estado de desesperación en el que se encontraba Luis Rubiales.

Sánchez abría la puerta a Rubiales

El presidente del Gobierno en funciones calificaba asimismo de "insuficientes" las disculpas de Luis Rubiales y aseguraba que debía "dar más pasos" después de su frío saludo durante la recepción a las campeonas del mundo en Moncloa. Previamente, Pedro Sánchez tachó de "inaceptable" la actuación de Rubiales y subrayó que "las disculpas no son suficientes".

Y ya no solo Pedro Sánchez. La sociedad española y del deporte se han volcado totalmente con Jennifer Hermoso, condenando los actos de Luis Rubiales. Futbolistas como Isco o Borja Iglesias, Iker Casillas, representantes de la RFEF, la AFE, Miquel Iceta... todos unidos denunciando los hechos acontecidos en Sídney.

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