Morata celebra uno de sus goles ante Turquía

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EUROCOPA GRUPO D | ESPAÑA 3-0 TURQUÍA

España disfruta y pasa a octavos tras derrotar a Turquía

España ya está en los octavos de la Eurocopa de Francia 2016 después de dar una auténtica lección de fútbol de toque ante Turquía. Los chicos de Del Bosque derrotaron a una hundida selección turca por 3-0 con dos tantos de Álvaro Morata y uno más de Nolito en una orquesta dirigida de nuevo por el mago Andrés Iniesta. Los otomanos la tomaron con un Arda Turan desaparecido que anduvo por Niza.

Menudo baño turco que se dio España en Niza. Victoria y clasificación con espectáculo y goleada incluida en el menú que degustaron los chicos de Vicente del Bosque ante una Turquía horrorosa que apenas dio síntomas de estar sobre el césped. El duelo quedó ya solventado en la primera parte con los tantos de Morata y de Nolito, y se terminó con el segundo gol del '9' de la selección en la segunda parte. Una sinfonía perfecta bajo la batuta de Andrés Iniesta.

Y por qué no soñar. Por qué no volver a ver a un jugador español levantar una Eurocopa. Levantar la cuarta, la tercera consecutiva. Sí, aún queda mucho torneo. Aún quedan muchas grandes selecciones en liza, y aún queda por ver cómo se desenvuelven los chicos de Del Bosque ante rivales de más entidad. Aún queda todo eso, pero qué recuerdos trae esta España.

Qué forma de llevarnos a los mejores tiempos, pasados pero cercanos, de la selección. La primera parte fue casi perfecta en todas las líneas, a pesar de los leves intentos de Turquía por hacerse con el dominio del duelo durante cinco minutos. Salvo ese momento de incertidumbre, España funcionó como el engranaje de un reloj: todas las manijas se movían en el sentido correcto.

Medicina de gol

Todos hacían lo que tenían que hacer. Movilidad arriba, posesión pero rapidez a la hora de tocar el cuero y una presión que asfixiaba las salidas de balón de una inoperante Turquía. Tan solo fallaba rematar. Sólo faltaba más 'mala leche' en el área para asustar y batir al arquero otomano. Lo intentó Nolito, con un remate que se fue por muy poco. Y luego lo logró Morata.

El '9' de la selección, de la Juventus, puso con la testa el esférico en las redes después de un enorme centro del extremo del Celta de Vigo para abrir el luminoso y para dar alas a la selección. Y casi no hubo tan siquiera tiempo para celebrar el primero cuando Nolito hizo el segundo, después de un pase de Cesc que Topal despejó mal hacia su portería. Dos a cero antes del descanso y el encuentro visto para sentencia.

En el peor momento llegó el descanso para España. Pero en el peor momento se reanudó el partido para una Turquía que mantuvo andando a Arda Turan en el campo y sacó a Nuri Sahin por Çalanhoglu. Nada más pitar el trencilla el inicio del segundo acto, Iniesta volvió a sacarse un pase enorme para Jordi Alba, en fuera de juego eso sí, que se la dejó a Morata para el 3-0 y el segundo de la cuenta particular del de momento delantero 'bianconero'.

Y España disfrutó e hizo disfrutar

Salía absolutamente todo. Los rechazos eran para España. Las segundas jugadas también eran para España. Todo era para España. Iniesta se divertía, Silva se divertía, Busquets se divertía... todos se divertían. Y los que salían también se divertían. Todos lo hacían bajo la batuta de un Andrés, de don Andrés, que no necesita estar en ningún once ideal ni tener un Balón de Oro en su casa para ser uno de los mejores jugadores del mundo.

Pasaban los minutos, rumbo al final del duelo, mientras la gradería española hacía la ola feliz tanto por el resultado como por lo que veía y vio en el campo. Porque qué diferencia con respecto a Brasil 2014, y no es por los que estuvieron allí y no están, sino porque los que están ahora y también estuvieron en el Mundial vuelven a demostrar que el fútbol es un estado mental. Ahora, en Francia, España es una selección feliz.

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