El Barcelona se pasea ante un Valladolid dormido y estrecha el cerco sobre el liderato de la Liga

El Camp Nou ya vive alegrías con el que es su nuevo ídolo y referente goleador: Robert Lewandowski. Pareció hasta un paseo la goleada culé (4-0), frente a un Valladolid sin alma, que cae a los puestos de descenso y empieza a preocupar tras haber sumado un solo punto de nueve. Masip, portero vallisoletano y ex culé, fue el mejor de su equipo, en un partido donde Jules Koundé debutó entre las filas azulgranas y se ganó el cariño de una afición entregada a su nuevo jugador, que realizó un muy buen partido desde el minuto uno, puesto que salió como titular.

Los primeros minutos ya mostraban un claro dominio del FC Barcelona, ante un Valladolid que apenas tocaba el balón y que se encontró con el primer susto en el minuto 11 de partido, cuando Lewandowski mandó un balón al palo. Diez minutos después, Dembélé daría un segundo aviso cuando estrelló su tiro en el larguero. Y a la tercera fue la vencida. Lewandowski recibió en el 24' un soberbio pase de Rapinha que le sirvió para anotar el primer tanto del partido. Lejos de reaccionar, el Valladolid se durmió aún más y lo acabó pagando caro.

Los siguientes minutos no contaron con reacción alguna por parte del equipo de Pacheta. El Valladolid estaba más pendiente de impedir el segundo gol del Barça que de empatar. Y, así, Pedri anotó en el minutó 43 el segundo gol de los culés. Los vallisoletanos recibían un tremendo mazazo justo antes del descanso y eran conscientes de que debían cambiar mucho si querían lograr algo en la segunda parte. Por lo menos, marcar un gol o no encajar más. Pero, pese a los esfuerzos de Pacheta, ni una cosa ni la otra. Todo siguió yendo a peor.

El palo impidió el hat-trick de Lewandowski

Llegaba el Valladolid algo mejor en la segunda parte. Pero fue ligeramente esporádico. Pasados unos pocos minutos, el Barcelona volvía a hacerse dueño del balón y el Valladolid solo se centraba en impedir que Masip encara más goles. El portero, que se había lucido en la primera parte con algunas muy buenas paradas, no pudo evitar el tercero del Barça y segundo de Lewandowski, llegado el minuto 65. Viendo el nivel de cada equipo, ya era evidente, incluso antes del tercer gol, que el partido estaba más que sentenciado y que al Valladolid solo le valía probar para conseguir algo.

Así, solo hubo una buena ocasión de los vallisoletanos frenada por las piernas de Ter Stegen, y posteriormente, por el debutante Koundé bajo palos. En el final del partido, los protagonistas fueron los que llegaban y los que se iban. La entrada de Ferran Torres supuso un aplauso de todo el estadio hacia Dembélé, que salía del campo por él, y que ha vuelto a ganarse a la afición, cuando muchos le daban por acabado en el Barça hace relativamente poco. Y, ya en el descuento, el larguero se topó con Lewandowski cuando iba a por el hat-trick. Sergi Roberto aprovechó el rechace para anotar a placer y completar el 4-0. El mejor Barça está volviendo, y el Spotify Camp Nou canta ya ilusionado a base de vítores y aplausos .

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