La Federación española de Tiro con Arco fue visionaria la semana pasada: actuó con rapidez y antes de que se impusiera la cuarentena por el coronavirus en España, ocho tiradores y dos técnicos se marcharon a Turquía para seguir entrenando de cara a Tokio 2020.
"Teníamos esa opción bastante a la mano. Tenemos que salir fuera para que nuestros deportistas, en tanto y cuanto la llama olímpica siga encendida, puedan trabajar", explica Rubén Montes, director técnico del equipo español de tiro con arco.
"Era la mejor manera, que a unos les ha pillado el toro más que a otros, pues bueno", asegura Elías Cuesta, entrenador del equipo olímpico español de tiro con arco.
"Me hago idea de cómo lo estarán pasando mal otros entrenadores y deportistas en casa", asegura Montes.
El entrenador del equipo olímpico de tiro se pregunta la razón por la que los deportistas no pueden hacer su trabajo, cuando el resto de trabajadores si pueden salir de casa para ir a entrenar.
"Si a los trabajadores se les permite trabajar, ¿por qué no se permite a los deportistas hacer el suyo?", se pregunta Elías Cuesta.
"Si hubiera un grupo reducido de instalaciones abiertas en España, igual estaríamos en casa", reflexiona el entrenador del equipo olímpico español de tiro con arco.
Y es que, a día de hoy, los Juegos Olímpicos de Tokio siguen su fecha prevista.
Son los únicos deportistas españoles que han conseguido exiliarse. Sin embargo, el COVID-19 también ha llegado al país presidido por Erdogan: han suspendido los vuelos a varios territorios, incluido España, y cerrado sus fronteras con Grecia y Bulgaria para frenar una crisis que, hasta ahora, apenas ha causado un muerto y un centenar de infectados en el país.
