Natación

Eduardo Blasco, de la piscina a salvar migrantes en el Mediterráneo

Eduardo Blasco, campeón del mundo de salvamento, abandona la competición para ayudar en el rescate humanitario. Siente que utilizar sus habilidades para salvar vidas: "Es una vergüenza que permitamos esto".

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Alcanzó el éxito en lo deportivo y ahora quiere dedicar sus habilidades para salvar personas. El nadador de Fuerteventura afronta un nuevo reto en su vida: será voluntario de una ONG en el Mediterráneo, colaborando en el rescate humanitario de migrantes. Eduardo Blasco ha anunciado que, a sus 28 años, abandona su preparación profesional siendo el actual campeón del mundo y nadador de la selección española para trabajar en el 'Open Arms'. Una decisión con la que su familia no está del todo de acuerdo: "Mi madre no quiere que vaya. Lo ve bastante peligroso y prefiere que me quede en casa", explica Blasco.

" El mundo está en guerra, la gente está viniendo para buscar una vida mejor y tenemos que ayudarles "

Eduardo Blasco

Pese a la opinión de su madre, el nadador lo tiene muy claro. Desde pequeño le gustó el rescate y el mar, lleva años en el mundo del socorrismo y se ve en la obligación moral de utilizar su talento y experiencia en el Mediterráneo: "Considero que es más una responsabilidad que algo que haga porque quiero o porque sea necesario. El mundo está en guerra, la gente está viniendo de sus lugares de origen para buscar una vida mejor y nosotros tenemos que ayudarles ".

Su vida en Canarias, muy cerca de las batidas de rescate humanitario en el mar también ha influido en esta decisión.

"Por mucho que sepas de salvamento y por muy bien que estés físicamente, no has vivido nunca esto"

Eduardo Blasco

Colaborará de manera voluntaria, ciñéndose a las indicaciones del capitán del barco para "intentar hacer las cosas lo mejor posible". La preparación es vital antes de embarcarse en esta tarea. Más allá del entrenamiento físico, Blasco destaca la importancia de prepararse bien mentalmente para las situaciones que le toque vivir.

Está dándole gran importancia en su proceso de entrenamiento, se prepara y deja aconsejar por gente experimentada: "Te vas a enfrentar a situaciones que no son comunes. Por mucho que sepas de salvamento y por muy bien que estés físicamente, no has vivido nunca esto", explica el nadador.

Las mafias tras la migración

Más allá de la que será su labor como voluntario, es consciente de las tramas y mafias que se esconden detrás de la migración en el Mediterráneo y prefiere mantenerse al margen de ello: "No me voy a meter en algo que no me incumbe porque no me va a traer más que problemas. Yo me ciño a lo que es el rescate, me parece que la labor es fundamental" y ve su caso como un escaparate importante para que otros deportistas cuyas habilidades sean útiles en el salvamento se animen a seguir su camino.

Reconoce que lo que él puede aportar "es insignificante comparado con lo que es necesario" y se marca como objetivo, además de salvar vidas, emitir un mensaje al resto de deportistas para que entiendan que: "Es más importante enfrentarse a estas cosas y utilizar sus habilidades para algo que pueda ayudar a los demás que para ganar medallas o dinero".

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