Yoga
Día Internacional del Yoga: 4 originales formas de practicarlo
¿Has oído hablar del Beer Yoga? Para muchos es la solución perfecta mientras hacen deporte y se dan un capricho. Te contamos esta y otras curiosas formas de practicarlo en el Día Internacional del Yoga.
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El 11 de diciembre de 2014, las Naciones Unidas proclamaron el 21 de junio como el Día Internacional del Yoga, una práctica física, mental y espiritual de larga tradición que tiene sus orígenes en la India, basándose en la unión del cuerpo y la mente. La celebración de este día es para concienciar a la población sobre sus beneficios, contando con seguidores que aumentan cada vez más por todo el mundo, pero ¿sabías que existen varias formas de practicarlo? Te contamos algunas.
SUP Yoga
Consiste en la combinación de dos disciplinas, el Stand Up Paddle Surf y el Yoga, practicándose encima de una tabla sobre una superficie acuática. Podría considerarse más como una disciplina deportiva que como una experiencia espiritual, pero mantiene el principio del beneficio físico como una consecuencia de la práctica.
Bikram Yoga
La técnica consiste en una combinación de posturas que consigue un cuerpo saludable a la vez de una paz interior y la felicidad personal, practicándose a 40 grados de temperatura y entre un 40 – 50% de humedad, por lo que también se conoce como Hot Yoga o Yoga con calor, debido a la exigencia de realizarse a dicha temperatura.
Beer Yoga
Une la filosofía del yoga tradicional con el placer de beber cerveza, esta práctica combina las aportaciones de ambos elementos para obtener un beneficio doble. Se realiza con un vaso o botella de cerveza del que se va bebiendo a medida que se llevan a cabo los ejercicios.
Yoga nudista
Se basa en una forma de relajar cuerpo y mente por medio de la más pura naturalidad, el desnudo. Consigue hacer sentir una gran liberación, las personas más tímidas lo practican en casa, pero cada vez más gente lo hace en grupo, ya que se convierten en una misma esencia.
Bernice Mary Bates
Consiguió el récord Guinness World por ser la profesora de yoga de más edad a sus 91 años, siendo para ella una experiencia muy gratificante en su vida. Es la prueba de que no hay edad ni excusas para practicar y disfrutar del yoga.
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