La Vuelta llega a Navarra con una etapa que se disputa entre Pamplona y Lekunberri y otra más con salida desde Lodosa. El Gobierno de Navarra y la organización de la carrera han pedido a la ciudadanía que no se desplace y que las siga por televisión, por la situación generada por el COVID-19. En estos momentos la comunidad es la más azotada por la pandemia de coronavirus en todo el país con 1.002,73 casos por 100.000 habitantes.
El vicepresidente primero de Navarra, Javier Remírez, ha afirmado este miércoles que la Vuelta Ciclista a España, que hoy arranca su etapa en Pamplona, es una "actividad laboral", por lo que aunque se hubieran adelantado las nuevas restricciones para frenar la pandemia podría haber pasado igualmente por Navarra.
Tras el consejo de Gobierno habitual de los miércoles, Remírez ha indicado en conferencia de prensa al ser preguntado por este asunto que la Vuelta es un evento deportivo "de carácter profesional".
Es por tanto, ha precisado, "una actividad laboral" que como el resto de trabajos "se permite", por lo que el tratamiento que tiene es "como el del resto", si bien ha recordado que desde el Ejecutivo foral se ha hecho un llamamiento para que no se acuda a presenciarla sino que se siga por televisión.
Y ha añadido, tras apuntar que nadie ha pedido que Osasuna suspenda sus partidos, que el Gobierno toma las decisiones con criterios sanitarios y no de oportunidad y que, de todas formas, todas las personas que participan en la Vuelta constituyen una "burbuja" a efectos de medidas para prevenir los contagios.
151,6 km entre Pamplona y Lekunberri
Hoy la segunda etapa de la Vuelta 2020 une Pamplona con Lekunberri con 151,6 kilómetros de recorrido, y segundo día con ascensiones que no darán tregua al pelotón y que pueden tener repercusiones en la clasificación, como es el Alto de San Miguel de Aralar a solo 16,9 kilómetros de la llegada.
Los aspirantes a pelear por la 'roja' en esta 75 edición no podrán tomarse ningún respiro en una jornada de kilometraje corto pero en la que la ascensión a un puerto con casi diez kilómetros y rampas de hasta el 15 % pueden cobrarse alguna víctima inesperada.
Además la subida a San Miguel de Aralar se desarrolla en una buena parte de su kilometraje por carretera de cemento, lo que incrementa el nivel de exigencia para el pedaleo de los ciclistas.
