Abusos sexuales

El Gernika de baloncesto despide al exentrenador Mario López por presuntos abusos sexuales

Los hechos ocurrieron hace dos décadas cuando la denunciante tenía 13 años. El entrenador y ex seleccionador español ha sido suspendido de todas sus funciones.

Imagen de la manifestación de hoy en Gernika

Imagen de la manifestación de hoy en Gernika EFE

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Centenares de personas se han manifestado este lunes en Gernika en apoyo de la mujer que ha denunciado los graves abusos sexuales que sufrió del ex entrenador del Gernika de basket femenino, Mario López. Lo hechos habrían ocurrido hace dos décadas cuando la denunciante era una niña de 13 años.

El caso ha salido a la luz tras una noticia desvelada el pasado fin de semana por el diario 'El País'. El club gernikarra recibió a finales de octubre una denuncia en la que se anunciaba "un procedimiento judicial en marcha por unos presuntos abusos sexuales". Un procedimiento por el que se impedía la tramitación "de cualquier tipo de licencia al implicado en las competiciones organizadas por la federación hasta que exista una sentencia firme sobre estos hechos". Unas medidas cautelares extendidas con carácter internacional ya que el denunciado, Mario López, fue seleccionador nacional en las categorías sub-16, sub-18 y sub-19 femenino.

'El País', en su edición del domingo 17 de diciembre, relata que los hechos sucedieron entre el verano de 1998 y el invierno de 2001, cuando la jugadora era menor de edad. El pasado mes de junio, la abogada de la víctima interpuso una denuncia en la que se recoge que las agresiones comenzaron en casa del entrenador mientras veían un partido. A partir de ahí se repitieron, sobre todo en casa del investigado y en alguna ocasión en un viaje deportivo.

En la denuncia se explicita que fueron "atentados contra la libertad sexual que aumentaron en intensidad, incluyendo relaciones sexuales con penetración. Todo ello en un contexto de superioridad del investigado con respecto a la víctima por razón de edad y posición e incluyendo actos de violencia física".

La jugadora abandonó el club dos años después

Dos años después de los abusos, la jugadora abandonó el club, mientras que el presunto agresor siguió al frente del Gernika hasta el año pasado cuando se retiró alegando problemas de salud. Fue días después de que se interpusiera la denuncia el 13 de junio. Tanto la víctima como el denunciado declararon ante los juzgados al día siguiente.

Un secreto a voces

Aunque durante un tiempo se especuló con la vuelta al equipo de Mario López, una vez superados los supuestos problemas de salud, lo cierto es que nunca regresó. Hoy el club ha emitido una nota en la que asegura que "se ha desvinculado de la persona investigada".

Si bien desde el club se asegura que desconocían las graves acusaciones de su ex jugadora a su ex entrenador, el rumor de lo ocurrido corría ya por la localidad, según comentaban algunos vecinos tras destaparse la noticia: "en el pueblo se rumoreaba algo, es una persona muy conocida y es indignante que mantuviera el cargo, es que le podía haber pasado a la hija de cualquiera de nosotros".

Según la información de El País, el club habría advertido a los jugadoras que el rumor "era mentira y que había que mantenerlo en secreto porque era un juicio privado". Esta misma tarde, sin embargo, las jugadoras del Lointek-Gernika aseguran en un comunicado que "en ningún momento" han tenido información del contenido de la denuncia por presuntos abusos sexuales presentada por una mujer contra el que era su entrenador, Mario López, hasta la publicación de la noticia este pasado domingo.

En este un comunicado han expresado que "como personas y como mujeres" condenan cualquier tipo de violencia y/o abuso sexual. Desde otros foros, sin embargo, se asegura que Lointek Gernika ha tratado de ocultar la realidad. La portavoz del movimiento feminista de Gernika (Gernikako Sare Feminista), Arlette Apraiz, ha denunciado "la complicidad que se ha vivido" por parte del club "para alimentar la impunidad en la que ha vivido este entrenador durante tantísimos años".

Ane Algezabal, exjugadora del entrenador Mario López, cuenta que existe la posibilidad de que haya más víctimas, y añade "tenía un carácter peculiar, nos recalcaba que nos teníamos que centrar únicamente en el baloncesto, y a veces se dirigía a las pequeñas de malas formas".

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