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Baloncesto

Fernando Martín, tres décadas del terrible accidente mortal en la M-30 del pionero español en la NBA

Ya han pasado tres décadas de la muerte de Fernando Martín, una de las leyendas de nuestro deporte, en un brutal accidente de tráfico en la M-30.

En resumen
  • Su Lancia Thema, cruzó varios carriles e impactó contra otro coche, un Opel Kaddet, tras saltar la mediana
  • El Real Madrid jugaba un partido de la ACB contra el Zaragoza ese día y estaba convocado para jugar
  • Aceptó el reto de los Portland Trail Blazers cuando Magic Johnson, Larry Bird o Abdul Jabbar estaban en activo

Fernando Martín murió hace ya tres décadas, a los 27 años, en un trágico accidente de tráfico en la M-30. Una de las grandes figuras del deporte español que apenas jugó al baloncesto durante una década pero que logró cosas que nadie antes había conseguido. Fue nuestro pionero español en la NBA.

Su muerte tuvo lugar el 3 de diciembre de 1989 murió en accidente de tráfico, en la M-30 de Madrid, Fernando Martín. Tras conocerse la noticia, el deporte y el baloncesto español se tiñeron de luto.

El jugador madrileño se incorporó a la M-30 a gran velocidad, perdió el control de su Lancia Thema, cruzó varios carriles e impactó contra otro coche, un Opel Kaddet, tras saltar la mediana. Su ocupante, Ricardo Delgado, resultó gravemente herido pero pudo salvarse. Fernand Martín fue llevado al hospital Ramón y Cajal, pero murió durante el traslado.

Convocado con el Real Madrid

Fue una noticia que conmocionó a la sociedad española. El Real Madrid jugaba un partido de la ACB contra el Zaragoza y Fernando Martín llevaba medio mes sin jugar por una tendinitis, pero estaba convocado para el choque. Fue un auténtico shock para todos enterarse prácticamente antes del partido.

Fernando Martín fue nuestro primer español en la NBA tras aceptar el reto de los Portland Trail Blazers cuando Magic Johnson, Larry Bird o Abdul Jabbar estaban en activo. Tras una temporada y ser fichado como suplente de lujo, volvió al Real Madrid con sus remendos 2,05 metros que hacían temblar a las defensas de la ACB.

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