El atleta Andrei Krauchanka pone en venta sus medallas para ayudar a las familias de los presos políticos en Bielorrusia

Para que un deportista llegue a la conclusión de que tiene que vender las medallas que tanto trabajo le ha costado a lo largo de su carrera profesional, tiene que estar muy seguro de porque y para qué lo hace.

En el caso del atleta bielorruso Andrei Krauchanka la razón es más que respetable, lo ha hecho por su país, Bielorrusia: "Tenía que hacerlo poruqe la represión política en Bielorrusia aumenta en vez de disminuir, por eso vendo mi medalla, para ayudar a las familias de los presos políticos", explica el atleta.

Krauchanka fue subcampeón olímpico en Pekín 2008 en Decatlón y quiere recaudar dinero gracias al oro que consiguió en el Europeo Indoor de París de 2011. Ahora mismo la medalla vale 2.000 euros, sin embargo no solo ha tomado esta medida.

Estuvo detenido y se contagió de coronavirus

El atleta bielorruso ha iniciado una huelga de hambre para hacer frente al régimen político de Aleksandr Lukashenko: "Es un movimiento totalmente desesperado para decirle a la gente que no están solos, que también tienen apoyos", asegura.

Andrei también ha estado detenido durante 10 días y cuando le liberaron volvió a casa enfermo de coronavirus. Krauchanka no pudo estar con su hija en su primer cumpleaños: "Ahora estoy en libertad pero ahora sufro por los que están en prisión y no pueden ver a sus hijos, muchos está en la cárcel sin ningún motivo, es muy duro", explica desolado Krauchanka.

Entre esta huelga de hambre y su expulsión del equipo bielorruso, Andrei Krauchanka no podrá competir en los Juegos Olímpicos de Tokio pero nunca va a dejar de luchar por su país.

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