Hipódromo de la Zarzuela

Así cuida este grupo de mujeres a los caballos de carreras en el Hipódromo de la Zarzuela

De Mozas de cajones a médicos deportivos, así es el grupo de mujeres que cuida la salud y el espectáculo de los caballos en el Hipódromo de la Zarzuela.

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Gran parte del éxito de las galopadas triunfales de los caballos del Hipódromo de La Zarzuela está en las manos de un grupo de mujeres que se encargan de la salud deportiva de estos atletas de cuatro patas.

Detrás de las carreras de caballos están ellas (supervisoras): "Mi trabajo consiste en meter los caballos en los cajones para poder disfrutar las carreras", explica Laura Sobrino, moza de cajones.

Para que estos animales compitan al 100% se necesitan todo tipo de cuidados: "Una parte fundamental de mi trabajo consiste en asegurarme de que los caballos están bien", nos cuenta Marta Valera, médico deportiva.

Cada paso se mira al detalle, unos cuidados que van desde la perfecta fijación de las herraduras, la colocación de los cajones, hasta la medicina preventiva: "Está enfocada en que los problemas no sucedan". Todo esto en una disciplina que está en auge y no deja de crecer en la capital de España. Se vendieron 90.000 entradas en 2022.

Un deporte donde el trabajo en la sombra de muchas mujeres nos permite disfrutar con las infinitas galopadas de estos caballos.

Caballos deportivos, como terapia para enfermos

Cuando la vida deportiva de un caballo de carreras se acaba puede comenzar aún más fructífera, ayudar en la terapia de personas enfermas, con problemas psicológicos, físicos, mentales...

"Es un trabajo para el 99% de ellos", explica Sue Molloy, especialista en carreras de caballos. Son caballos a los que la jubilación les llega demasiado pronto, en Gran Bretaña, cada año, 7.000 pura sangres dejan de competir, aunque es algo que ni deciden ni quieren.

"No es el león del que nunca te puedes fiar ni es un perro que te ama incondicionalmente, es algo entre medio lo que es este espíritu salvaje. Creo que tienen un sexto sentido el que tienen, algo que conecta al caballo con el humano", concluye Sue. Una relación, ahora también terapéutica, que comenzó hace 5.000 años.

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