Coreografías en apnea

Ariadna Hafez: "El cortometraje se rodó entre los 10 y los 22 metros de profundidad"

'La sirena canaria' ha grabado un nuevo cortometraje en Nassau con la ayuda de André Musgrove.

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Ariadna Hafez es toda una sirena en la vida real. Nacida en Gran Canaria, siempre ha estado en contacto con el agua. Ahora, su pasión también se ha convertido en su trabajo. Su último proyecto ha sido un cortometraje llamado 'The Deepest Dance', todo un espectáculo que se presentó el 14 de febrero.

Un cortometraje con mucho trabajo detrás

Realizar este tipo de grabaciones no es nada fácil. Esta vez, para poder hacer realidad este cortometraje fue necesario estar dos años planeándolo. ‘The Deepest Dance’ se ha rodado en Nassau (Las Bahamas), un paisaje increíble que conoce perfectamente André Musgrove, el cineasta y fotógrafo submarino que ha acompañado a Ariadna Hafez en toda esta aventura, le ha ayudado a realizar esta obra.

La ayuda de Musgrove, bahameño de origen, fue fundamental. Se conocía perfectamente la zona, lo que ayudó a buscar siempre los mejores planos. Para sacar el máximo partido, se utilizaron hasta seis barcos diferentes y otros trucos como ponerle pesas pegadas al cuerpo.

La de Gran Canaria ha reconocido que hay que tener muchos factores en cuenta a la hora de poder sacar adelante estas imágenes, como son la luz y el agua. Otro de los factores es la profundidad a la que bajan. "Este cortometraje se rodó entre los 10 y los 22 metros de profundidad", confiesa Ariadna.

"El frío fue lo más duro"

Sin embargo, eso no ha sido lo más fatigoso de esta experiencia. "El frío fue lo más duro durante la grabación", ha relevado 'La sirena canaria'. No obstante, hubo otras dificultades, ya que también ha manifestado que la parte más difícil es la caída libre cuando salta del barco y se deja caer.

En total, fueron dos semanas de grabación en las que estuvieron diez horas diarias bajo el agua. "Mi máximo de apnea son cuatro minutos y medio", expresa la española, un tiempo asombroso, pero que para poder grabarlo todo, fueron necesarias botellas de oxígeno.

Bajo el agua es feliz

"Realmente, siento que es mi hábitat", expresa Ariadna. Y es que para ella estar bajo el agua significa poder desconectar de todo lo demás y conectar con ella misma, e incluso reconoce que su cuerpo "entra en un estado de plenitud y paz absoluta".

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