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pros y contras

¿Bachillerato o Formación Profesional? Ventajas y desventajas de la opciones formativas tras la ESO

La Formación Profesional deja de ser el patito feo de la educación en España. Por eso, cada vez más, al llegar al final de la Eso muchos chicos y sus padres se cuestionan qué camino seguir. Tanto el Bachillerato como la FP pueden tener sus pros y sus contras dependiendo del alumno.

Los estudios de Formación Profesional como los de Bachillerato son de una duración de dos años.

Entre los pros de estudiar la FP destacan la alta especialización y la inserción laboral que gracias a las prácticas dan la oportunidad de enfrentarse al mundo laboral de forma más inmediata. Además si se tiene un título de Grado Superior hay posibilidad de de poder acceder a la Universidad y estudiar una carrera. Entre los contras se destaca que en el caso de que se pretenda estudiar una carrera con nota de corte, habría que superar las pruebas de acceso a la universidad (PAU).

Sin duda, la Formación Profesional Dual , está siendo clave en la elección. Es un modelo de formación en pleno crecimiento en España. Beneficia a empresas y estudiantes, y tiene su origen en Alemania. Tiene grandes ventajas para los estudiantes, que ponen en práctica lo aprendido cada día. Pero las empresas también obtienen beneficios. Los aprendices producen trabajo mientras se forman y acaban convirtiéndose en trabajadores cualificados que generan beneficios a las empresas.Los trabajadores tienen sueldos entre 500 y 1.400 euros, aprenden a trabajar en las empresas desde el inicio de su formación, adquieren experiencia y, además, seguridad.

El Bachillerato ha sido tradicionalmente el camino que todo estudiante seguía tras la ESO para prepararse hacia una carrera universitaria o Grados Superiores. El Bachillerato está enfocado a un un grupo de estudiantes muy variado, a los que quieren llega a la universidad pero también a los que aún no tienen muy claro qué estudiar. Pueden ser un par de años para reflexionar mientras que la FP enfoca de forma más específica hacia lo que se quiere estudiar.

A su vez, el Bachillerato también plantea ventajas en cuanto al acceso directo a un Grado Superior, pues tras la finalización del bachillerato se puede acceder directamente a esos estudios.

Por contra, no se realizan prácticas y eso supone una desventaja para quien quiera introducirse en el mundo laboral. Además los estudios suelen ser tan genéricos que no permiten alcanzar una especialización.

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