LLevan lo mejor de su trabajo bajo el brazo. Es su portfolio. Algunos tratan sus fotos como si fueran joyas. Otros solo necesitan una caja o un tamaño determinado.
Ante ellos, siete citas de 20 minutos con los más importantes especialistas del mundo. Por eso Alejandro viene desde Buenos Aires, Lucia desde Bucarest o Eva desde Vigo.
Ante ellos, los visionadores. Son directores de museos, editores, dueños de galerías, comisarios. Ellos, sólo necesitan su mirada. Los visionadores observan sus fotos, ellos observan a los visionadores, sus reacciones. Al final un apretón de manos, un intercambio de tarjetas, y una foto. La de un futuro lleno de oportunidades.