[[RELATED Kylie, la diosa del Orgullo [[/RELATED Barcelona vivió una de sus noches más ruidosas y electrónicas del verano con el primer y único concierto en España de The Black Eyed Peas, que, precedidos por el francés David Guetta, encontraron en el Estadio Cornellà-El Prat una auténtica caja de resonancia. Ante cerca de 35.000 personas, el cuarteto californiano ha convertido en realidad el mensaje "Haz ruido" que se proyectaba en las pantallas durante la macrosesión del pincha-discos francés desde que ha irrumpido, con "Let's get it started", sobre el escenario que se ha instalado por vez primera en el campo del R.C.D. Espanyol. Un derroche de decibelios que ha convencido al público y ha hecho honor a The E.N.D., acrónimo inglés de "la energía nunca muere", que da título a la gira y a su último disco; pero esa misma fuerza ha deslucido algunas canciones, como "Shut up", en que la vocalista del grupo, Fergie, ha estado al borde del grito y ha logrado, sin embargo, encender a los asistentes. Entre alusiones constantes a la victoria de España contra Paraguay, Will.i.am, Fergie, Taboo y Apl.de.ap han ido entonando sin respiro los sencillos de su último álbum, como "Inma be", "Rock that body"-con coreografía robótica incluida- o "Meet me halfway", uno de los temas más coreados. Los cuatro estadounidenses, con seis premios en la última edición de los Grammy, no han dado respiro a sus seguidores durante más de 40 minutos en que han dejado de lado algunos temas más suaves, como "Alive", del que sólo han sonado algunos acordes, para mostrar su cara más electrónica y unas genuinas rimas a cargo de Will.i.am. Tampoco ha faltado en el repertorio de esta noche "Where is the love", el tema que los lanzó en 2003 a la fama mundial y que ha sido uno de los mejor acogidos por el público, Ha sido "I've gotta feeling", una oda al hedonismo, la canción que han reservado para el final, y que ha llevado al concierto a su apogeo con una marea humana de cerca de treinta mil personas saltando al mismo tiempo, tras más de una hora y veinte minutos de concierto 'sui generis' en que se ha llegado a oír música incluso de los rockeros The Red Hot Chili Peppers.