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Ya había hermanado al flamenco con los sones y los boleros, pero ¿cómo se las gastaría Diego El Cigala con los tangos? A tenor de lo visto esta noche en Madrid, bien se puede decir que el inquieto cantaor ha vuelto sumando otra muesca en su catálogo de victorias.

Tocaba esmerarse. Así lo entendió el artista, que ofreció un recital sólido, sin fisuras, con unos automatismos y un repertorio mucho más asentados de lo que cabría imaginar a estas alturas de su gira, todavía incipiente.

Los tangos, otra muesca más en su catálogo de victorias

Vestido con camisa blanca, traje negro y zapatos a juego, Diego El Cigala arrancó su actuación al ritmo de himnos como 'Garganta con arena', de Cacho Castaña, y 'Las cuarenta', de Roberto Grela y Francisco Gorrindo.

"Hoy quiero presentar mi nuevo trabajo, que os dedico a todos vosotros con el corazón. Espero que os guste", saludó el cantaor antes de dar entrada a su primer invitado, el respetado guitarrista argentino Juanjo Domínguez.

Responsabilidad de Carlos Gardel y Alfredo Le Pera, 'El día que me quieras' estremeció al auditorio con la desgarrada interpretación de El Cigala, que a continuación atacó una composición de Atahualpa Yupanqui, 'Los hermanos'.

El auditorio prorrumpió en "olés" con 'Vete de mí' –rescatada para la ocasión del álbum 'Lágrimas negras'- y con 'Nostalgias', un tema emocional, doliente, interpretado por un artista en estado de gracia.

'Tomo y obligo' y 'Sus ojos se cerraron' continuaron un actuación que se sumergió en el celuloide con 'El padrino', un tema que El Cigala ha extraído de la famosa película para transformarlo en un tango romántico.

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