Cine

Las películas por las que amamos a Bruce Willis

El vídeo de Bruce Willis celebrando su 68 cumpleaños ha creado un gran impacto global. Es la primera vez que vemos al actor tras retirarse del cine por una demencia. En este artículo repasamos las películas que le convirtieron en uno de los actores más queridos del mundo del cine.

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Esta semana comenzó con un vídeo que nos ha conmovido: Bruce Willis celebrando su 68 cumpleaños. Es el primer vídeo que vemos del actor después de que le diagnosticaran demencia frontotemporal, un trastorno -para el que no hay cura- que le obligó a retirarse del cine. Fue su exmujer, Demi Moore, quien compartió estas imágenes en las que Willis aparece cantando junto a sus hijas y a su actual mujer: la también actriz Emma Heming.

El vídeo resulta emocionante porque vemos al actor feliz y sonriente, rodeado de la gente que le quiere, pero también porque vemos que esta demencia -que le afecta en el habla y el comportamiento- ya ha hecho mella en él. Y nos duele porque Bruce Willis forma parte de nuestras vidas. Sus películas nos han ofrecido algunos de los mejores momentos que hemos podido disfrutar frente a una pantalla, y su carisma -único- hace tiempo que nos conquistó.

El idilio del público con Bruce Willis comenzó antes, incluso, de que diera el salto al cine. El actor ya era una estrella de la televisión gracias a la comedia 'Luz de luna', una serie con la que ganó un premio Emmy y un Globo de Oro como mejor actor. Su primera película como protagonista -en 1987- fue también una comedia: 'Cita a ciegas', dirigida por un maestro del género, Blake Edwards, y en la que compartía cartel con otra estrella emergente: Kim Basinger.

De estrella de televisión a héroe de acción

Pero la película que lo cambió todo, y por la que siempre le recordaremos, llegó un año después: 'Jungla de cristal', una de las mejores cintas de acción de la historia y que, además, se ha convertido, por derecho propio, en todo un clásico de la Navidad. John McClane es el personaje que hará eterno a Bruce Willis. Salvó a todo un rascacielos -el Nakatomi Plaza- de un grupo de terroristas. Y lo hizo en camiseta de tirantes y descalzo, creando un policía icónico que tendría su continuación en cuatro películas más.

De las secuelas de 'Jungla de cristal', hay que destacar la segunda, en la que Bruce Willis se consolidó como un gran héroe de acción, en este caso luchando contra mercenarios que toman un aeropuerto. Y, sobre todo, hay que destacar la tercera: 'Jungla de cristal: La Venganza', que es otra obra maestra del género y nos regaló una de las películas más entretenidas de los 90, con la incorporación, además, del gran Samuel L. Jackson.

El éxito de 'Pulp Fiction'

En los 90 encontramos también otra de las grandes películas de Bruce Willis. Es de hecho, una de las mejores obras de toda la historia del cine: 'Pulp Fiction', de Quentin Tarantino. En ella, Willis interpreta a Butch, un boxeador que estafa a un jefe mafioso y con el que acaba protagonizando una de las secuencias más memorables que se han rodado nunca.

El éxito de 'Pulp Fiction' -que ganó la Palma de Oro en Cannes- relanzó la carrera de Willis tras algunos títulos fallidos y le llevó a protagonizar dos películas que acabarían siendo de culto: '12 monos', de Terry Gilliam y 'El quinto elemento' de Luc Besson. Aunque sus dos mayores éxitos de taquilla llegarían al final de la década.

En primer lugar, 'Armageddon', una americanada impresionante en la que Bruce Willis salva al mundo del impacto de un meteorito. Y en segundo lugar, 'El sexto sentido', obra cumbre del género de terror y una película magnífica que nos ofreció una nueva faceta de Willis y el giro de guion más comentado de la historia. El actor cerraba los 90 en lo más alto.

Bruce Willis comenzó los 2000 trabajando de nuevo con el director de 'El sexto sentido', M. Night Shyamalan, en otra estupenda obra de suspense: 'El protegido', otra vez junto a Samuel L. Jackson (y que casi 20 años más tarde tendría una secuela: 'Glass').

En 2005, Bruce Willis protagonizó una de las mejores adaptaciones de un cómic que se han hecho en el cine: 'Sin City', de Frank Miller, de la mano del propio dibujante y de Robert Rodríguez. Y al año siguiente, hizo 'El caso Slevin', un efectivo thriller en el que compartió cartel con grandes actores como Ben Kingsley o Morgan Freeman.

Esta dinámica, la de integrarse en repartos de relumbrón, le llevó a participar en taquillazos como 'Los mercenarios' o 'Red', y también en una de las cintas más aclamadas de Wes Anderson: 'Moonrise Kingdom'. Eso fue en 2012, el mismo año en el que protagonizó 'Looper', de Rian Johnson, quizá su última película realmente memorable.

Última etapa

A partir de entonces, la carrera de Bruce Willis comenzó a decaer. En gran parte por culpa de Randall Emmet, un controvertido productor que se hizo de oro rodando películas de bajo presupuesto con viejas glorias, y con el que Willis llegó a grabar más de 20 films, todos ellos de muy mala calidad. En algunas de estas películas, la presencia del actor es muy limitada, pero aún así aparece destacado en el cartel. Le pagaban por ser un reclamo para el público.

Muy pocos entendieron entonces porque Bruce Willis hacía estas cintas tan malas. Después, tras descubrirse su enfermedad, muchos interpretaron que lo hizo para poder seguir trabajando, en condiciones menos exigentes, y para aumentar la fortuna que luego -cuando él ya no estuviera- dejaría en herencia a su familia. De hecho, se sabe que varias de estas películas las rodó estando enfermo y con problemas para memorizar el guion y realizar ciertas acciones.

En cualquier caso, y a pesar de que su carrera ha acabado de forma triste, su legado es tan potente, y tan importante para la historia del cine, que siempre recordaremos a Bruce Willis como lo que es: una de las estrellas más grandes de su generación. Él nunca dejará de brillar por mucho que su enfermedad le apague.

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