Publicidad

HOMENAJE EN SU CENTENARIO

Miguel Hernández recupera su lugar en la historia

De orígenes muy humildes, era hijo de un cabrero, llegó a ser uno de los poetas más brillantes y comprometidos de la primera mitad del siglo XX.

Después de años de olvido, hoy el poeta de Orihuela recupera su lugar en la historia. De orígenes muy humildes, era hijo de un cabrero, llegó a ser uno de los poetas más brillantes y comprometidos de la primera mitad del siglo XX.

Así suenan los poemas de Miguel Hernández en la voz de Serrat y así los escribía el poeta de Orihuela en cualquier lugar, en cualquier momento y utilizando lo que tuviera más a mano.

Estos cuentos se los escribió a su hijo durante su estancia en la cárcel en 1942 y lo hizo en el único papel del que disponía, el higiénico, unos relatos inéditos que corresponden a la última época del autor.

A pesar de que su vida fue muy corta, murió a los 32 años, su actividad intelectual fue extensa como recoge la exposición que ha organizado la biblioteca nacional. Desde su primer poema a los quince años, hasta los textos más elaborados.

La muestra refleja también sus relaciones con los escritores de la época y el origen de su apodo "el poeta pastor" que le acompañaría hasta su muerte. Hernández colaboró estrechamente con la escuela de Vallecas y dedicó varios poemas a Alberto Sánchez.

En 1936 se afilia al partido Comunista y se alista en el ejército. En el frente, sus versos se convierten en crónicas bélicas que componen la banda sonora de la época. Condenado a muerte en 1939, aunque la pena fue conmutada por 30 años de cárcel, murió en marzo de 1942 y con él su obra, censurada en España hasta 1976.

Publicidad