Museos

Las medidas de seguridad de los museos españoles a debate

El ataque de este fin de semana a 'Las Majas' de Goya abre el debate de la seguridad de los museos.

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Activistas contra el cambio climático llevan tiempo vandalizando obras de arte icónicas para exigir que se tomen medidas. Su última 'acción' ha sido en el Museo del Prado este fin de semana.

Dos ecologistas se pegaron a los marcos de los cuadros de 'Las Majas' de Goya. En medio de las pinturas escribieron: “un grado y medio más”, para alertar de la subida de la temperatura global. Tras ser detenidos, hoy un juez los ha puesto en libertad a las cuatro personas. Tanto a los dos activistas como a la periodista y al estudiante que también estarían implicados, tras haber sido avisados de que el acto se iba a producir. Según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, serán investigados por la presunta comisión de un delito contra el patrimonio histórico-artístico.

Hoy nos preguntamos cómo pudo producirse ese asalto

Los responsables de los museos reconocen que no se puede cachear a todos los visitantes y apelan a la responsabilidad personal. Carlos Chaguaceda, jefe de comunicación del Museo del Prado, explica que "los activistas pasaron por un arco detector de metales y llevaban la pintura en unas bolsas de plástico".

"No hay un control exhaustivo"

Un visitante del museo

Los protocolos de seguridad de los museos españoles siguen una guía creada por el Ministerio de Cultura. Cada uno lo adapta a sus características. Por ejemplo, en el Museo del Prado, hemos comprobado que no se puede acceder a las salas con mochilas grandes, se deben depositar en las taquillas habilitadas. Si el bolso es pequeño se puede acceder sin problema. Queda prohibido introducir botellas de agua, pero hemos hablado con algunos visitantes y nos confirman que a todos no les han revisado las mochilas.

Enric García, director del Museo de Barcelona, detalla que "normalmente hay unas barreras que mantienen al visitante a una cierta distancia para que no pueda tocar. En otros casos los objetos están en vitrinas". En lo que todos coinciden es que se niegan a blindarse. "Va en contra del espíritu de los museos", ensalza Enric García.

En el mismo sentido, Carlos Chaguaceda reclama educación: "Esto es un tema de educación, concienciación, de paciencia y de responsabilidad con el que la comete".

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