Fiestas de San Isidro 2023

'Madridulce', un recorrido por las cinco pastelerías más antiguas de Madrid

El proyecto se pone en marcha este 13 de mayo. 'Madridulce' es una iniciativa que congrega a las cinco pastelerías centenarias de Madrid con motivo de San Isidro.

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Madrid vive este fin de semana una de sus fiestas más pintorescas y tradicionales. Por San Isidro Labrador, el patrón de la capital, se conmemora una celebración sin fin en todos los puntos de la ciudad en la hay quienes se siguen vistiendo de chulapos y chulapas para festejar el Madrid más puramente castizo. Sin embargo, hay otros que esperan con nervio estos días para disfrutar de la exposición gastronómica que aterriza con sello propio un año más.

Así, 'Madridulce' es una de las iniciativas de este San Isidro 2023 que nadie puede pasar por alto. Balboa Comunicación decidió fomentar la ilusión, las ganas y el trabajo en esta propuesta que también recuerda nuestra historia y los orígenes de la festividad con las famosas rosquillas, pues ¿quién no quiere disfrutar del manjar dulce en estos días?

Por primera vez se unirán en un mismo evento las cinco pastelerías centenarias de Madrid mezclando tradición y modernidad durante los días 13, 14 y 15 de mayo. El Pozo, Casa Mira, El Riojano, La Mallorquina y La Duquesita comparten sus valores propios patrimoniales en 'Madridulce' con el objetivo de ofrecer al público una exquisita degustación de postres y dulces.

El proyecto nació de la mano de Balboa Comunicación, una empresa que reúne marcas sólidas de estilo de vida, consumo y entretenimiento. Según definen ellos, su objetivo con la iniciativa se centró en crear una nueva versión de las míticas pastelerías madrileñas sin olvidar el más auténtico sentimiento castizo que siempre las ha identificado.

'Madridulce' ha puesto en marcha cinco ediciones especiales de las conocidas rosquillas de San Isidro, aunque ahora incluye innovaciones propias de los tiempos gastronómicos en los que vivimos. De esta forma, El Pozo nos ofrecerá la degustación de rosquillas de Violeta; Casa Mira invitará a probar sus rosquillas con cobertura de Turrón; La Mallorquina innovará con una sorprendente rosquilla de Frambuesa; El Riojano mantendrá la clásica versión de la rosquilla de Madroño y La Duquesita pretenderá asombrarnos con sus rosquillas de pistacho y sal.

Como vemos, un toque muy especial a este San Isidro 2023 de la mano de Balboa Comunicación llega a estas pastelerías que suman más de 780 años de historia en el patrimonio gastronómico de Madrid.

Las reposterías con más historia de Madrid

  • Casa Mira

Luis Mira abrió en 1842 las puertas del primer local de turrones en Madrid de fabricación artesanal. Casa Mira apareció en Plaza Mayor, pero luego se trasladó a la Carrera de San Jerónimo en 1855, y desde entonces nos ofrece sus famosos turrones con ingredientes que llegan desde Jijona a Madrid.

  • La Duquesita

En 1914 se fundó La Duquesita, una de las pastelerías más consolidadas de la capital. Oriol Balaguer se puso al frente de la emblemática repostería cuando cumplió 100 años en 2015, introduciendo entonces novedades en sus originales y deliciosos bombones, trufas, pasteles y chocolates.

  • El Riojano

El que era el repostero de la reina María Cristina de Borbón, Dámaso Maza, fundó en 1955 El Riojano y desde entonces familias y apasionados del dulce pasan esta pastelería de la calle Mayor para degustar los sabores más tradicionales de cada festividad.

  • El Pozo

El Pozo es la pastelería más antigua de Madrid. Con casi 200 años a sus espaldas, su roscón de Reyes o su popular hojaldre siguen siendo la esencia de esta marca madrileña.

  • La Mallorquina

La Puerta del Sol no sería lo mismo sin La Mallorquina. Desde 1984, Madrid y el resto de la geografía española reconocen la labor extraordinaria que hacen desde esta pastelería familiar con su amplia oferta de tartas, chocolates y postres, que han experimentado innovaciones en los últimos años.

La pastelería de la Mallorquina de Sol y su salón de té en primera planta conectan con la ciudad ofreciendo sus ricas napolitanas o los bartolillos en un espacio donde hay una clara vocación gastronómica.

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