Le gusta la gente, le gusta el mundo, le gusta pasárselo bien. "No intento adoctrinar a nadie. Soy un aprendiz de la vida", dice Macaco. Un optimismo que aprendió en la calle. En ella comenzó a cantar y a ella vuelve cada vez que puede.
Un estilo de vida, incluso una estética, que puede confundir a más de uno. "El prejuicio a lo único que te lleva es a que nunca conocerás la persona que tuviste enfrente".
Seguimos quitando etiquetas a Macaco. No le gusta calificar su música. "Definir la música siempre sirve para ponerla en algún lugar en la estantería y poderlo encontrar. Me interesa más el fondo que la forma".
Sus canciones pueden ser para compartir en un concierto o en un colegio. 'El hombre del Moving' es otra de las etiquetas que le suelen poner. También se la quitamos para descubrir un disco...con puertas abiertas.