Imagen de archivo de Joaquín Sabina

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'Pongamos que hablo de Madrid'

Joaquín Sabina: una voz sin maquillaje

Se considera un superviviente y quiere que el fin del mundo le pille bailando. Este domingo se estrena el documental de Joaquín Sabina 'Pongamos que hablo de Sabina', un repaso por sus 19 días y 500 noches.

Joaquín Sabina lleva años colándose en las casas de miles de personas en todo el mundo. Conocido por no callarse ante nada ni nadie. El de Úbeda ha vaciado decenas de botellas de tequila con su amiga Chavela Vargas. En los garitos más oscuros escribió sus mejores canciones y a sus 71 años sigue deleitándonos con ellas.

Una caída en febrero lo apartó de los escenarios, pero el documental 'Pongamos que hablo de Sabina', que se estrena en Atresplayer Premium este domingo, nos recuerda que nunca se cansará de celebrarlo.

Comenzó en la música con 14 años cuando fundó su primera banda de rock llamada 'Merry Young'. En 1970 fue arrestado por su propio padre al pertenecer al Partido Comunista y tuvo que abandonar el país. Durante siete años vivió en Londres donde comenzó a tocar en bares y pubs. Dos años después de la muerte del Caudillo, regresó a España.

Su primer golpe le llegó a mediados de los años 90 cuando tuvo que cancelar varios conciertos porque su voz mudó. Sin embargo, como el ave fénix, resurgió de sus cenizas y concibió junto con Alejo Stivel uno de sus discos más aplaudidos: '19 días y 500 noches'.

El segundo ataque contra su salud fue el 24 de agosto de 2001, tras la publicación del álbum 'Nos sobran los motivos', cuando sufrió un infarto cerebral que pondría su vida en peligro.

Pese a sus problemas, 'El Flaco', lo tiene claro: el cura que ha de darle la extremaunción, no es todavía monaguillo. Por ello, continúa incombustible paseando por las calles de su querido Madrid al que le ha regalado himnos como "Yo me bajo en Atocha" o "De purísima y oro".

El documental 'Pongamos que hablo de Sabina', con Iñaki López, ya se puede ver desde este domingo en Atresplayer Premium.