Iñárritu

Alejandro G. Iñárritu: “Te conviertes en cine, eres la cámara y la historia. Tu cuerpo está en la película”

'Carne y Arena' con un Oscar especial de la Academia de Hollywood se estrena por primera vez en la península ibérica. Estará en la Cidade da Cultura de Galicia hasta el 18 de septiembre, dentro de la programación del Año Xacobeo.

Alejandro G. Iñárritu

Alejandro G. Iñárritu Antena 3 Galicia

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Te enfrentas a lo desconocido y sientes. Sientes miedo, frío, temor. Sabes que estás dentro de una ficción y que lo que ves a través de unas gafas no te está sucediendo de verdad pero consigues ponerte en la piel de esos migrantes mexicanos que sí son reales, que lo dejan todo atrás por cruzar una frontera que les pueda llevar a una vida mejor, lejos de la pobreza extrema, lejos de la angustia, lejos de la muerte amenazando cada minuto. Puedes sentir lo que sienten esa madre, ese niño y también ese policía de fronteras porque, por dentro, como nos dice Alejandro González Iñárritu "late un mismo corazón". Y, tras la experiencia sensorial que es 'Carne y Arena' sentimos, por encima de todo, compasión. Ese sentimiento casi olvidado ya de nuestro vocabulario, como nos recuerda Iñárritu, y tan necesario para hacernos reflexionar y quizás buscar soluciones. "Es la razón del corazón" sostiene el director mexicano. Nada más que añadir.

Saludamos a Alejandro González Iñárritu desde la Cidade da Cultura de Galicia en Santiago de Compostela. Son algo más de las 18:00h en España y de las 9:00 de la mañana en Los Ángeles desde donde entablamos un coloquio con el director mexicano, premiado con cuatro premios Oscar de la Academia de Hollywood por sus películas y un galardón especial por Carne y Arena, su proyecto de realidad virtual inmersiva que podemos descubrir desde el 1 de julio y hasta el 18 de septiembre en Galicia, por primera vez en España y Portugal.

¿Por qué y en qué momento surge la idea de desarrollar un proyecto como 'Carne y Arena'?

Trato de explorar este tema de una forma natural, por miedos, por sentimientos encontrados y también por frustración. Por la ignorancia de gente que no concibe que todos somos o seremos migrantes. Es la naturaleza humana. Y que esto se cuestione o se utilice la crueldad me parece un tema importantísimo y relevante en Europa, en América. Nació de esa frustración, podría decir, y también de ese contacto natural que tengo con ese fenómeno.

¿Qué aporta la tecnología inmersiva que no se consiga con otros lenguajes? ¿Por qué era necesaria esta experiencia?

Esta tecnología, la realidad virtual, nos da la posibilidad de no ser espectadores, de experimentar de forma sensorial un evento. Hay un tercer elemento que es el tiempo y el espacio. El espacio en el cine es bidimensional y el tiempo fragmentado. Es la realidad que vemos en ese cuadro de la pantalla. En la realidad virtual el tiempo es un tiempo presente y real, continúo donde, de alguna forma, el punto de vista ya no es objetivo sino subjetivo, constante, fluido, no fragmentado.

Por otra parte, el espacio es inmersivo, es multidimensional. Todo eso hace que tu te conviertas en el cine: tu eres la cámara, tu eres la historia. Sensorialmente experimentas con tu cuerpo que se convierte en la película.

¿Diría que la realidad virtual es más eficaz a la hora de conseguir que empaticemos con lo que estamos viendo, que lo entendamos mejor? ¿Invita al espectador a dar un paso más allá de la actitud contemplativa?

Empatía es una palabra que se usa demasiado. Hay otra que ha desaparecido de nuestro vocabulario, de nuestras redes sociales y que es algo más profundo, la compasión. La empatía es poder reconocerme, poder entender al otro. La compasión es ser el otro. La gente que vive esta experiencia sale con ese sentimiento compasivo que a veces parece que se ha borrado de nuestro lenguaje.

Le hemos escuchado explicar que 'Carne y Arena' busca que entendamos por la vía de las emociones, evitando intelectualizar ¿Vivimos en un mundo en el que faltan sentimientos?

No. Más bien yo creo que hay demasiadas emociones y poca razón. Hemos creído equivocadamente que somos seres racionales pero todas nuestras decisiones están subordinadadas a nuestras emociones. Hay demasiada emoción en el mundo, en la política, en las conversaciones.

Se prioriza la emoción y esa emoción muchas veces es subjetiva, es temporal pero no necesariamente tiene un racionamiento, una verdad.

La tecnología tiene que apelar también a lo primitivo. La tradición sin la innovación, muere. Con este proyecto puedes conseguir que estés en un nivel abstracto pero al mismo tiempo hay algo sensorial que tus pies están tocando la arena y tu piel sintiendo el aire y eso no miente. Tu cuerpo no miente. Puedes acceder a algo tan primitivo como la migración con la tecnología.

Hay que rebelarse a la modernidad por la modernidad. Es acceder a lo más elemental del ser humano a través de la tecnología y subordinar la tecnología a servir a ese propósito.

La tecnología utilizada sin tradición o sin reflexión sobre lo que nos hace más humanos es inútil. Esa es la virtud de esta tecnología, que nos permite entrar en quienes realmente somos.

Dice sobre su proyecto que "es realista e irreal a la vez", ¿quiere decir que la experiencia nos permite ponernos en la piel de los migrantes y nos recuerda la "suerte" de estar viviendo una ficción, de la que nosotros sí podemos salir?

Hay una interpretación, a través de las noticias, de lo que lee la gente, a través de una abstracción de lo que es un inmigrante, no con el fenómeno de la inmigración, no con los números de la gente que fallece todos los años en las fronteras de los Estados Unidos o los océanos en Europa. Siempre he dicho que sus océanos son nuestros desiertos.

Con estas noticias hay una total deshumanización. Se convierte la emigración en una especie de abstracción numérica. Cuando uno conoce la historia de un solo emigrante es cuando puede realmente transformar su percepción de qué es de verdad un emigrante. Cuáles son las razones. En ese momento la política, las ideologías, los dogmas, las emociones...el sistema de valores que nos han construido se desvanece.

En Carne y Arena intento construir todo eso a través de una experiencia sensorial, emocional pero, al mismo tiempo, real. No sólo a través de la tecnología como una ilusión sino como algo que pueda conectarnos con lo más primordial de nuestros instintos, que es la compasión. Vuelvo a repetir, la compasión es algo que se nos ha olvidado totalmente. Es donde el corazón dicta. Es la razón del corazón. Hay emoción pero hay razón. Esa es la unión, el espíritu.

Es inevitable en estos momentos relacionar lo que Carne y Arena nos muestra, esa realidad que sufren los refugiados y emigrantes que cruzan de México a Estados Unidos con lo que está sucediendo en Europa, en el Mediterráneo, en el norte de África, en la guerra de Ucrania. Presentar este proyecto ahora en Europa, por primera vez en España y Portugal, ¿es una manera de conectar ambas realidades?

Sí, totalmente. Y de reflexionar también sobre el pasado. Todos estos fenómenos que están sucediendo en el mundo, las migraciones, el cambio climático... es algo inevitable. Y si no lo aceptamos como una naturaleza va a ser complicado. La solución no es fácil pero es un tema que debe ponerse sobre la mesa y tratar de entrar a través de la razón y no de la emoción y, a la vez, estar en contacto con la correcta emoción sobre eso.

Antes de despedirnos, González Iñarritu hace una serie de observaciones "ya no es el sueño americano. Ahora es la pesadilla americana. Los migrantes están dispuestos a esta pesadilla porque lo otro es el infierno" y apunta: "más que un problema debe verse al emigrante como una gran oportunidad para los países. EEUU no sostendría su economía si no fuera por los emigrantes y, en especial, los mexicanos y los centroamericanos. El emigrante es una oportunidad, no es un enemigo"

Concluimos el coloquio. Sobre si en un futuro volvería a invertir su tiempo en un proyecto de realidad virtual Alejandro González Iñarritu no lo descarta "Me gustaría hacer algo acerca de la música. Me parece un recurso humano brutal de sanación y de conexión...Me gusta hacer cosas que nos conecten. Ojalá tenga la oportunidad en el futuro de hacerlo".

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