Si los visitantes pasan tanto tiempo delante de la fachada de la Universidad de Salamanca es para buscar la famosa rana. Ahora, un ascensor transparente nos permite verla de cerca.
Hasta octubre, la monumental fachada de la institución salmantina puede casi tocarse y después comenzarán los estudios para su restauración. La experiencia ofrece una visión diferente de la portada que permite comprobar los daños que ha ocasionado el paso del tiempo y las marcas de unión entre unas piezas y otras.
"Es como un cuadro y desde abajo no se ve el estado en el que se encuentra realmente", señalan los visitantes. En 45 minutos se descubre una imagen diferente de la que dicen que es la joya del plateresco español.