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Celso Castro

Celso Castro: "Busco que reflexionemos sobre la vida desnudos”

En época de pandemia y confinamiento por el coronavirus ve la luz 'Las Brujas'. Celso Castro nos lleva a un viaje al interior de la vida del ser humano, con sus angustias y esperanzas. Al escritor le gusta provocar en el lector la reflexión cuando, quizás, más la necesitamos.

De fondo la Torre de Hércules. La entrevista a Celso Castro (A Coruña, 1962) adquiere todo el sentido en este lugar. Este escritor tiene claro el porqué de la ciudad de A Coruña en su obra, también en 'Las Brujas' (Destino 2020) la última de sus novelas. “Es mi ciudad para lo bueno y para lo malo” y cita al poeta Walt Whitman para justificar la importancia de lo cercano “lo que buscas está a tu lado”. La universalidad, apunta Celso Castro, no está en el cosmopolitismo “yo puedo ser universal desde aquí sin necesidad de ir a Nueva York, París o San Petersburgo”

A amar se aprende y a este narrador nadie le ha enseñado a amar

Un adolescente atormentado por la falta de cariño de su madre y su hermano. Huérfano de padre, recibe insultos, desprecios y humillaciones tan sólo por parecerse físicamente a él. Esa carencia de afecto se convierte en una angustia vital “yo sólo quiero ser normal y nada más” asegura el narrador. Le preguntamos a Castro si nos encontramos ante un infeliz “absolutamente. La falta de amor cuando eres niño hace que te encierres en ti y no socialices”. Porque a amar “se aprende. A amar te tienen que enseñar” y, al protagonista, nadie le ha enseñado.

"A amar se aprende. A amar te tienen que enseñar" y, al protagonista, nadie le ha enseñado

Esa carencia de afecto la arrastra el protagonista desde la infancia. Una hechicera le amamantó de bebé. Hoy, 17 años después, la hija de esa bruja, Lorena, su hermana de leche, se convierte en su otra mitad “es la que le ayuda a volver. Quizás aprenda a amar. Tarde, pero puede ser que no esté irremediablemente perdido”.

Una vía para sobrellevar la vida

No conocemos su nombre pero el protagonista cuenta su historia más íntima en 'Las Brujas'. Para el lector se convierte en su amigo invisible lee, y a la vez, puede escuchar el relato de su vida. De hecho, a Celso Castro le gusta llamar a los que leen su obra lectores y “escuchadores” y mostrar la realidad: “la enfermedad, la muerte, el amor, el desamor. Todo eso es lo que mueve el mundo”. Una realidad descarnada a la que añade una página en blanco para la esperanza “a mi me gustan que mis novelas acaben bien, como las de Jane Austen”.

“La enfermedad, la muerte, el amor, el desamor. Todo eso es lo que mueve el mueve el mundo”

Ante la crueldad del mundo “debemos escoger una vía que puede no ser una solución magnífica pero es algo que te ayuda a sobrellevar la vida”.

Narrativa ágil donde en pocas páginas la fragilidad del ser humano se funde con el amor, el odio, la gratitud y el ansia de libertad. Celso Castro busca que el lector reflexione “sobre la vida” porque constantemente la estamos tapando “con manuales de autoayuda” o fingiendo ser felices. Él no duda en que “la vida hay que vivirla desnudo” como ya escribió cuando tenía 19 años.

Sentimientos grandes que no necesitan letras mayúsculas, esas que no utiliza el escritor Celso Castro. Minúsculas de nuevo en su obra para crear magia, esta vez con 'Las Brujas'.