Literatura
'Las brujas y el inquisidor', Premio Primavera de Novela, revela uno de los hechos más negros de la historia de España
La escritora Elvira Roca Barea encumbra en la novela 'Las brujas y el inquisidor' la denostada figura de Alonso de Salazar, inquisidor, jurista e investigador que logró impedir la ejecución de miles de personas acusadas falsamente de brujería.
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En 1609 varias personas son acusadas de brujería en la aldea navarra de Zugarramurdi. Lo que parecía un episodio puntual, sin importancia, va adquiriendo una virulencia inusitada. En estas circunstancias, el inquisidor general Bernardo de Sandoval envía a Alonso de Salazar y Frías a Logroño, sede del Santo Oficio. No se trata tan solo de hechicerías, mal de ojo, vuelos nocturnos o tratos carnales con Lucifer: los hay que confiesan atroces asesinatos y la utilización sistemática de niños como acólitos del Gran Cabrón. Pero ¿por qué esta epidemia ahora con epicentro en una aldea cerca de la frontera francesa? ¿Es la brujería un espejo que refleja conflictos e intereses variados, muchos de los cuales no tienen nada que ver con el diablo?
Las guerras de religión, los conflictos políticos y otras circunstancias provocaron una masiva caza de brujas en Europa
En 'Las brujas y el inquisidor', Elvira Roca desvela la figura histórica de Alonso de Salazar, tan olvidada como relevante, y nos conduce a un viaje apasionante por los entresijos de la brujería en el siglo XVII, cuando las guerras de religión, los conflictos políticos y otras circunstancias provocaron una masiva caza de brujas en Europa. En el caso de Zugarramurdi, además, no hay que olvidar la rivalidad entre Francia y España por el control de Navarra. A todo esto se enfrentará el inquisidor Alonso de Salazar con la más poderosa de las armas humanas: la razón. En una época de persecución en toda Europa. Una época en la que este sacerdote e inquisidor español cuestionó la veracidad de las teorías sobre la brujería.
La recreación de la época es extraordinaria. Paseamos por las calles, entramos en las posadas, nos cruzamos con personas de toda condición, pero sin que Elvira Roca Barea caiga en la trampa de la sobredocumentación. La ambientación en la novela está al servicio de la acción, de la narración, y no al contrario.
Un viaje a principios del siglo XVII
El mundo político, económico, cultural y religioso de principios del siglo XVII enmarca la novela. En algunos momentos sirve como motor narrativo y sitúa perfectamente al lector en una época apasionante en la que los estados modernos iban imponiendo su maquinaria en todos los terrenos.
En España, el duque de Lerma, valido de Felipe III, era el hombre más poderoso y, en Francia, vivimos los últimos años del reinado de Enrique IV, asesinado en 1610. Elvira Roca Barea hace referencia, también, a las guerras de religión de Francia, a finales del siglo XVI, esenciales para comprender mejor el relato sobre la caza de brujas. Por cierto, por el libro asoman, también, fray Luis de León, Lope de Vega, Cervantes, Góngora y Quevedo.
Enseguida les presentamos a los personajes principales de la historia. Dos de ellos, Alonso de Salazar y Pierre de Lancre, simbolizan las dos formas de afrontar el fenómeno de la brujería: racionalidad frente a fanatismo, empatía y conocimiento del alma humana frente al abuso del poder.
Csaza de brujas
Elvira Roca Barea rompe mitos negativos y prejuicios sobre episodios relevantes de la historia de España. En su primera novela mantiene esa constante y se centra en la imagen distorsionada que el público, en general, tiene sobre el caso de Zugarramurdi y sobre la intervención de la Inquisición en él.
Pese a que la Inquisición española es la que ha cargado con el sambenito de la crueldad y el fanatismo durante los episodios de caza de brujas en Europa, a partir del siglo XVI, los países en los que, con diferencia, se realizaron más procesos y ejecuciones de brujas fueron Alemania, Suiza, Francia y Escocia. Es más, en el cómputo sobre procesos por cada cien mil habitantes, España ocupa la parte baja de la clasificación mundial.
En España las condenas totales por brujería difícilmente llegaron a cincuenta
Las tensiones religiosas impulsaron la caza de brujas. Se recopilaron datos de 43.000 juicios por brujería en Europa, la mayoría de condenas ocurrieron durante el periodo agitación religiosa entre 1560 y 1630, en el que está situada 'Las brujas y el inquisidor'. En España las condenas totales difícilmente llegaron a cincuenta, sumando las de los tribunales civiles y los inquisitoriales. Además, partir de la lucha de Alonso de Salazar contra la persecución no hubo más condenas. Y, sin embargo, la mala fama internacional se la llevó nuestro país.
Elvira Roca Barea simboliza esa realidad en el enfrentamiento -que no fue personal- entre dos personajes antagónicos: la racionalidad de Alonso de Salazar frente a la credulidad de Pierre de Lancre. Los procesos que este último presidió en Labort, en 1609, condenaron a la hoguera a ochenta personas. Cundió el pánico entre la población, lo que provocó el éxodo de muchas familias hacia Navarra, algunas de las cuales se establecieron en los alrededores de Zugarramurdi.
Se ha demostrado documentalmente que los juicios por brujería fueron más habituales en las regiones donde las iglesias católica y protestante contaban con un apoyo similar y pugnaban por los conversos. En cambio, esos procesos y las ejecuciones eran menos comunes allí donde predominaba un credo.
Premio Primavera de Novela
Dotado con 100.000 euros, el Premio Primavera es, desde su primera edición en 1997, uno de los más prestigiosos en lengua española. Está convocado por la editorial Espasa y Ambito Cultural de El Corte Inglés, con el fin de apoyar la creación literaria y contribuir a la máxima difusión de la novela como forma de expresión artística de nuestra época.
Para esta edición del premio se recibieron un total de 1335 originales. España, que aporta 661 novelas, encabeza la lista de participantes, seguida de Argentina y México, con 210 y 90 originales, respectivamente.
El Premio Primavera de Novela ha reconocido en años anteriores a autores de muy diferente índole, todos ellos con una contrastada carrera literaria. En 2022, el galardón fue concedido a la novela 'Operación Kazán' de Vicente Vallés, que se convirtió en una de las novelas más vendidas del año.
Elvira Roca Barea, la autora
Elvira Roca Barea es licenciada en Filología Clásica y Filología Hispánica y doctora en Literatura Medieval. Ha enseñado en varias universidades estadounidenses y europeas latín y griego, literatura española e historia del mundo hispano.
Es autora de numerosos artículos publicados en revistas especializadas y diarios como El Mundo, El País o ABC, y ha impartido conferencias dentro y fuera de España. La mayor parte de su vida profesional la ha dedicado a alfabetizar adolescentes en la enseñanza pública como profesora de instituto.
Ha publicado los libros 'Imperiofobia y leyenda negra', uno de los ensayos de historia más exitosos de los últimos tiempos, y '6 relatos ejemplares 6'.
En 2018 fue galardonada con la Medalla de Andalucía y la Medalla de Honor de San Telmo, y con el premio Los Libreros Recomiendan, otorgado por el Gremio de Libreros de España. En 2019 recibió el Premio Héroes Olvidados, concedido por la Fundación Blas de Lezo, y en 2022 el Premio 1812 que otorga el Club Liberal de Cádiz, así como también el Premio Bernardo de Gálvez. Su obra 'Fracasologia' fue distinguida con el Premio Espasa en 2019.
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