Boom de librerías

Algunas de las propuestas del nuevo concepto de librerías: beber, charlar, escuchar y leer

La Feria del Libro de Madrid arranca mostrando el dulce momento que vive un sector que cada vez comprende más lectores.

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Siempre se ha asociado al libro con el silencio, la reflexión o algo que parece haber pasado a la historia. Sin embargo, las librerías han evolucionado al igual que la sociedad convirtiéndose en auténticos centros modernos que recogen la cultura de los barrios.

También algunas librerías son auténticos iconos de la lectura como en el caso de la librería 'Rafael Alberti', cuya propietaria Lola Larumbe define a la casa de libros como "un punto de encuentro, es un antídoto contra la soledad... es un lugar para enamorarse". El negocio de Lola abrió sus puertas en 1975, siendo una librería pionera en España en ofrecer algo más que libros. "Por aquí han pasado los grandes escritores, los grandes poetas... escritores que están empezando... se puede charlar con ellos... tenemos muchas actividades para niños... pero lo fundamental es lo libros y vender los libros" añade Lola Larumbe.

Tertulias, talleres para adultos y niños, son algunas de las propuestas

Otras librerías también han incluido en su servicio la posibilidad de poder tomar un café o un vino, mientras se procede a la selección de libros. Este sería el caso de 'Tipos Infames', en pleno barrio de Malasaña de Madrid. "La parte cafetería es como un complemento, pero principalmente es una librería y eso creo que queda bastante claro" apunta Nacho, uno de los encargados de este local.

Los clientes afirman entran a estas librerías con una mezcla entre intriga y encanto: "Os confieso que entré aquí a buscar vino, y de repente al toparme con los libros, te sientes más elevado intelectualmente" comenta un joven cliente del local.

Librerías donde sentirte como en casa

El tipo de librerías que más está proliferando en los últimos tiempos son aquellas donde el cliente se siente como en casa... locales acogedores, donde estos pueden sentarse a leer su lecturas favoritas. María Fernández, la propietaria de "Crazy Mary" relata como abrió su librería hace solo dos años y ya tiene clientes fieles.

"Son clientes fieles, participan en todos los eventos, traen gente a conocer la librería. Se suele decir que los jóvenes no leen. Los jóvenes sí que leen y además tienen muy buen gusto a la hora de seleccionar sus lecturas" sentencia María.

Las estadísticas hablan: casi seis puntos en la última década ha subido el índice de lectores jóvenes. El libro, por tanto, tiene futuro.

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